Beneficios de formar parte de la red de terapeutas de Centro Eleia

Por Patricia Bolaños

 

Una de las motivaciones para estudiar una maestría en psicoterapia es el deseo de atender pacientes, de manera privada, a un muy buen nivel que nos permita tener un consultorio sólido en el que podamos comprender con profundidad y ayudar a las personas que nos consultan. Sin embargo, algo que suele generar incertidumbre es cómo empezar a recibir pacientes y quién nos va a derivar gente con la cual trabajar.

 

En la actualidad, existen distintos medios para ofrecer nuestros servicios como terapeutas: plataformas especializadas, directorios médicos o redes sociales. Pero no solo se trata de recibir pacientes, sino de atenderlos bien y armar tratamientos duraderos. Es por ello que trabajar respaldados por una institución reconocida a nivel nacional, referente en el campo de la psicología y psicoterapia psicoanalítica, resulta muy benéfico, tanto para pacientes como para terapeutas en formación. Un aspecto sumamente importante de la buena formación de un terapeuta es la supervisión constante, aspecto que se prioriza en el funcionamiento de nuestra clínica.

 

Los alumnos, desde tercer semestre, pueden empezar a recibir pacientes, quienes se supervisan desde el proceso de entrevistas. Esto es muy importante, ya que no todos los pacientes son candidatos a cualquier tipo de terapia. Habrá algunos que requieran de forma prioritaria ser atendidos psiquiátricamente; otros, por su problemática, conviene que busquen tratamiento en una institución o bien, una intervención familiar. También, al supervisar las entrevistas iniciales, se puede construir una impresión diagnóstica, la cual es muy importante para conocer el tipo de tratamiento que conviene proponer, así como para conocer las posibles dificultades a las que el terapeuta se puede enfrentar a lo largo de la terapia.

 

El diagnóstico y pronóstico, en un inicio, es muy complicado que lo haga por sí mismo el terapeuta novato; necesita la opinión y experiencia de un analista con más años de trayectoria. Este acompañamiento es lo que los alumnos en formación encuentran en Centro Eleia: no solo ayuda a desarrollar herramientas clínicas de diagnóstico e intervención, sino que también se tiene la oportunidad de identificarse con un modelo de trabajo y esfuerzo que encuentran en sus maestros.

 

Formar parte de una clínica, que recibe alrededor de 400 pacientes al mes, nos permite estar en contacto con una amplia gama de problemáticas, personalidades y síntomas. Esto permite al terapeuta aprender sobre la complejidad del funcionamiento psíquico.

 

Recuerdo con mucho agradecimiento a los primeros pacientes que recibí de la clínica cuando estudiaba la maestría. Tuve la oportunidad de trabajar con bastantes niños, adolescentes y adultos que buscaban tratamiento por distintas problemáticas, y que me permitieron aprender mucho, gracias a la supervisión que acompañó todos esos años de formación. Puedo decir que en mi práctica privada no me he encontrado con algunas de las situaciones que en ese momento tuve la oportunidad de conocer y trabajar.

 

Formar parte de la clínica también me permitió comenzar a recibir ingresos cada vez más significativos. Sin embargo, lo más valioso no fueron las ganancias económicas, sino la invaluable experiencia de aprendizaje y desarrollo. Por tal motivo, considero una gran ventaja formar parte de una institución, que cuenta con una clínica de atención terapéutica tan consolidada y reconocida, que en la actualidad recibe pacientes también del interior de la República, lo que nos permite, a todos los que buscamos en la psicoterapia un medio para ayudar a otros, cumplir con este objetivo.

 

 

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