Funciones parentales y las familias actuales

Por Patricia Bolaños

 

El tema de las Jornadas 2025 nos ofrece la oportunidad de reflexionar en torno a las distintas conflictivas y tramas emocionales que se expresan en nuestros vinculos familiares. Sabemos que las relaciones que establecemos con las personas que nos rodean están matizadas por emociones, fantasías y conflictos del mundo interno. El psicoanálisis nos ofrece una mirada de adentro hacia afuera.

 

La familia ha sufrido cambios muy importantes en cuanto a su estructura. Definitivamente, nos encontramos ante dinámicas distintas a las de hace algunos años. La familia tradicional ya no es aquella compuesta por padres heterosexuales en pareja, con hijos, en una relación asimétrica con éstos. Las nuevas configuraciones familiares requieren un reconocimiento de sus cualidades diferentes con respecto a la familia “tradicional”, porque conllevan reflexionar, por ejemplo, sobre modelos de roles identificatorios de hombre y mujer. Por ello, el psicoanálisis busca comprender con profundidad las estructuras, funciones y vínculos de estos nuevos modelos familiares.

 

Las familias monoparentales han aumentado considerablemente, ya sea porque, tras un divorcio, uno de los padres se hace cargo del cuidado de los hijos, o porque en solitario deciden adoptar o utilizar técnicas de reproducción asistida para lograr su deseo de ser madres o padres. En este modelo podemos reflexionar sobre algunos aspectos en relación al vínculo. Por ejemplo, alguno de los padres puede tener la fantasía omnipotente de sustituir al otro, ser padre y madre. O, por el contario, en la mente de ese individuo exista el deseo de pareja y que sea ésta la que represente el anhelo. No es lo mismo que, por ciertas circunstancias, no exista la pareja real, a que haya ausencia de deseo de la pareja, o se desvalorice su lugar y se considere, por tanto, prescindible, lo cual impactará en el lugar que se le dará al hijo.

 

Para el psicoanálisis, es importante conocer el funcionamiento de la familia; por ello, la tomamos en cuenta y trabajamos con los vínculos que se forman en su interior. Meltzer y Harris (1994) proponen un modelo psicoanalítico sobre el rol educativo de la familia. Los autores sostienen que la función familiar es promover el desarrollo de sus miembros, conservar la integración armónica y preservarlos de ataques del mundo circundante. La familia debe estimular el aprendizaje de sus integrantes para contribuir al desarrollo de su personalidad y al estatus familiar. Otras capacidades del grupo familiar son generar amor, promover la esperanza y contener el dolor. Sin embargo, también encontramos familias en las que estas funciones no se cumplen; por el contrario, pueden obstaculizar el desarrollo y dar lugar a una patología.

 

Tanto la función materna como la paterna son esenciales, siendo la primera continente y sostén, mientras que la segunda es la que inicia la triangularidad. Desde esta perspectiva, algo que nos resulta central, más allá de la configuración específica de la familia, es explorar si las funciones parentales se llevan a cabo, pasando a segundo término quién lo desempeñe.

 

El diálogo en torno a las interesantes mesas clínicas que se presentarán el próximo 20 y 21 de junio, como parte de las Jornadas Clínicas 2025, nos permitirán adentrarnos en este y otros temas de gran relevancia en el trabajo clínico.

 

Referencias:

 

Martínez, C. (2008). La familia y la estructuración psíquica del sujeto. Una aproximación psicoanalítica. Universidad Autónoma Metropolitana.

Meltzer, D. (1994). A psychoanalytic model of the child-in-the-family-in-the-community (with Martha Harris, 1976). Sincerity and other works: collected papers of Donald Meltzer. Karnak.

Meltzer, D. (1990). Patrones familiares y educabilidad cultural. Metapsicología ampliada. Spatia.

 

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