Violencia en las redes sociales y el ciberespacio: psicología de una masa

Por Laura Andrea de la Torre Peguero

“Tiene tiempo ya que quería venir, me he sentido triste por cosas que me han pasado… no las he podido superar. Había unas amigas, bueno, examigas, que no sé si empezaron a envidarme, y dijeron cosas de mí. Por esas cosas he tenido muchos problemas con mi familia y en la escuela”. Esto es lo que refiere una mujer de 21 años en la entrevista inicial. Cuenta que era muy sociable, aunque no muy “fiestera”, y por esta razón decidió separarse poco a poco de su círculo de amistades. Para salir del grupo, le comentó a una compañera que sus intereses estaban más direccionados a la escuela, suceso que detonó el infierno virtual.

Después de esa plática comenzó toda una serie de rumores, entre los que destacaban su posible homosexualidad, ser una “fácil”, historias en las que se metía con muchos hombres a la vez o en las que le robaba los novios a las demás. Toda esta información se propagó mediante sus grupos de Whatsapp, Facebook, Instagram, Twitter y Snapchat. Constantemente leía cosas que subían de ella a las redes o le mandaban amenazas vía mensajes instantáneos. Cierto día, cinco o seis de sus “amigas” le mandaron múltiples amenazas en las que le advertían que la mandarían golpear y que tuviera mucho cuidado. Ella se sentía aterrada, perseguida y atrapada en la red. Intentemos entender: ¿qué es lo que incita a la gente a compartir, difundir o iniciar rumores y comentarios agresivos y hasta de odio en la red?

Esta pregunta se la han realizado investigadores de diversas instituciones y miembros de empresas de servicios en internet, entre los que se encuentra el CEO de Twitter, Jason Dorsey, e investigadores del MIT. Estos últimos concluyen que no es posible explicarse cómo es que continuamente el contenido con mensajes de odio o cargados de agresión continúa en aumento pese a los múltiples esfuerzos de esta plataforma por filtrar o fomentar otro tipo de interacción. Ésta no es una cuestión nueva, ya desde los primeros años del siglo XX, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, explicó que el ser humano tiene ciertos impulsos agresivos y amorosos desde el inicio de la vida. El fenómeno que se muestra hoy en día es una polarización de estos impulsos, puesto que, por más que incremente la velocidad del internet, se multiplique la cantidad de información en la nube y se desarrolle la inteligencia artificial, seguimos siendo humanos y a la mente humana le cuesta trabajo metabolizar y procesar tanta información. Por esto, se podría pensar que de cierta manera se está proyectando ese malestar, sin que las personas asuman las responsabilidades virtuales. Twitter, a diferencia de otras plataformas como Facebook o Instagram, tiene otras políticas de uso y por ello es terreno prolífico para los haters o personas con mensajes de odio. Preocupados por esta violencia, el pasado 1º de marzo de 2018, Dorsey twitteó: “We’re committing Twitter to help increase the collective health, openness, and civility of public conversation, and to hold ourselves publicly accountable towards progress”.[1] Con esto abrió paso a la conversación y a la creación de páginas como el odiómetro, en la cual puedes saber en tiempo real cuál es la persona más atacada en el momento, cuántos twitts de odio se escriben por minuto, así como ver gráficos del “usuario más odiador” y del “usuario más odiado” en periodos de tiempo que van de la última hora a los pasados 7 días. Este sitio se creó para concientizar sobre la violencia a la que estamos sometidos y poner énfasis en que nosotros mismos, los usuarios, generamos ese contenido violento. Lo anterior apunta a lo que muestra Freud en su ensayo metapsicológico del Malestar en la cultura, publicado en 1930[1929]: el ser humano necesita vivir en sociedad, y la cultura ejerce un freno sobre los impulsos primarios. Este freno causa malestar, debido a la represión; sin embargo, pertenecer a la sociedad también otorga ventajas. ¿Será que esta sociedad virtual tuvo un efecto nulificador para la represión y detrás del anonimato se pierde ese freno que para Freud era lo que nos hacía convivir en paz?

Resulta interesante pensar que en 2010 se nominaba a Internet para el premio Nobel de la Paz, pues se entendía que era “una herramienta que permite el diálogo avanzado, el debate y el consenso a través de la comunicación, además de promover la democracia” (2010, El País).

Ocho años después, Cambridge Analytica, Facebook y las elecciones nos hacen leer lo anterior con cierta sorna. Debemos comenzar a educarnos como usuarios de las plataformas, pero la educación no tiene que ver con saber utilizar las últimas reacciones, publicar historias o mandar “DMs”, sino con tomarnos el tiempo de procesar lo que escribimos y compartimos y de verificar la veracidad o el impacto que podría tener nuestra interacción virtual en la vida de los demás.

Será cuestión de bajar la velocidad, tomarnos un tiempo y procesar las cosas, no sólo reaccionar automáticamente. No se puede dividir y etiquetar las redes, los algoritmos o los bots como violentos o amorosos; no todo es blanco o negro, y el que escribe no es la nube, sino cada uno de los usuarios. Empecemos a hacernos responsables de nuestros DATA.

Referencias

Freud, S. (1930[1929]). El malestar en la cultura. En Obras completas, 21. Buenos Aires-Madrid: Amorrortu.

Internet, nominado al Nobel de la Paz. (5 de febrero de 2010). El País. Recuperado de https://elpais.com/tecnologia/2010/02/05/actualidad/1265364065_850215.html

Las ‘fake news’ viajan más rápido que la verdad en Twitter: MIT. (12 de marzo de 2018). Recuperado de https://www.elfinanciero.com.mx/tech/las-fake-news-viajan-mas-rapido-que-la-verdad-en-twitter-mit

Lemma, A. (2015). El psicoanálisis en tiempos de la tecnocultura: algunas reflexiones sobre el destino del cuerpo en el espacio virtual. Int. J. Psycho-Anal. Es., 1(3):628-647.

Serrotho, (2018). Innovaciones de interacción con el cliente con Inteligencia Artificial. Tech Data. Recuperado de http://blog.techdata.com/ts/latam/innovaciones-de-interacci%C3%B3n-con-el-cliente-con-inteligencia-artificial

Torres, M. (2017) ¿Qué es el odiómetro? Recuperado de https://odiometro.es/

Wiener-Bronner, D. (2018) ¿Qué es Cambridge Analytica? Guía para entender el polémico caso del que todo el mundo habla. CNN. Recuperado de https://cnnespanol.cnn.com/2018/03/22/que-es-cambridge-analytica-guia-para-entender-el-polemico-caso-del-que-todo-el-mundo-habla/

[1] En Twitter, nos comprometemos para ayudar a aumentar la salud colectiva, la apertura y la civilidad de la conversación pública, y para responsabilizarnos públicamente del progreso.

Compartir: