Recomendación literaria: las familias alternas y el cuerpo travesti en «Las malas», de Camila Sosa Villada
Por Blanca Herrmann
Las malas (2019), de Camila Sosa Villada, es una expresión de las familias alternas, aquellas que no son biológicas sino elegidas a partir de la necesidad afectiva y de supervivencia. La trama se narra desde el yo autoficcional de Camila, una travesti de un pueblo pequeño que huye hacia Córdoba, Argentina, y comienza a prostituirse por las noches en el Parque Sarmiento.
Las chicas están lideradas por la Tía Encarna, quien una noche encuentra a un bebé llorando en el parque. El grupo decide no avisar a las autoridades, sino adoptar al bebé y llamarlo “El Brillo de los ojos”. La Tía Encarna funge como madre y padre del bebé, que se convierte en el centro afectivo de las travestis que viven refugiadas en su casa.
Este hogar funciona como un refugio, tanto en lo físico como en lo emocional para las travestis que han sido expulsadas o que han escapado de sus familias biológicas. Mientras que la casa biológica rechaza los cuerpos no normados, la casa rosada de la Tía Encarna se constituye como un lugar de pertenencia. La Tía es la madre que provee un hogar, y las travestis son hijas y hermanas que lo sostienen y mantienen a partir del uso de sus cuerpos.
La discriminación, el abuso y la expulsión de los cuerpos que se apartan de la norma heteropatriarcal empujan a las chicas del Parque Sarmiento a utilizar sus propios cuerpos no normativos como moneda de cambio dentro de la clandestinidad de la prostitución. Como comenta la protagonista tras sufrir una violación por parte de un grupo de policías: “Desde ese día mi cuerpo cobró un valor distinto. Dejó de ser importante el cuerpo. Una catedral de nada” (p. 73). De este modo, el mismo aparato del biopoder que expulsa al cuerpo travesti de la sociedad heteronormada también lo somete al abuso, ejerciendo sobre él un poder único y regulatorio desde su posición de autoridad.
El trabajo sexual y el uso del cuerpo representan una forma de ganarse la vida y sobrevivir día a día, pero, paradójicamente, también implican una pérdida acelerada de vitalidad: “Así agoté el puñado de belleza que me había sido dado: en aproximadamente dos o tres años. La hermosura fue breve. Y mientras existió fue maravillosa. Pero la mala alimentación, las noches sin dormir, el alcohol, la cocaína, todo fue dejando en ruinas un cuerpo que había sido hermoso” (Villada, 2019, p. 81). De este modo, Las malas se narra desde la experiencia de aquellas otras corporalidades: las rechazadas, relegadas y sexualmente abusadas. Como señalan críticos como Ignacio Sánchez Osores (2021), los cuerpos trans/travestis en Las malas son una expresión del fracaso de la heteronormatividad. Sánchez (2021) comenta:
Este tipo de relatos al rechazar determinadas gramáticas sociales degeneran proyectos rectores de la nación como la maternidad, la reproducción, la familia normativa, la blanquitud, la productividad, el éxito en el trabajo, la estabilidad en pareja. En definitiva, estas narraciones develan que los deseos personales no son sino imperativos sociales o fantasías colectivas que responden a retóricas exitistas y triunfalistas; de ahí que las subjetividades fracasadas optan por generar proyectos alternativos y deconstructivos. (p. 134)
Esto también se manifiesta en los cuerpos de las travestis, quienes rechazan la identidad masculina asignada al nacer y, por su propia cuenta, hacen visible la expresión de una sexualidad diferente. Un ejemplo es la Tía Encarna, quien se inyecta aceite de avión para aumentar sus nalgas, caderas y pómulos, lo que le provoca moretones y “bultos y pozos como la superficie lunar” (Villada, 2019, p. 18). La degeneración y desgaste del cuerpo se convierten en una forma de apropiación de lo femenino y simultáneamente en un rechazo de la asignación inicial.
Narrada desde el yo de Camila y desde el refugio que ofrece el fracaso de la heteronormatividad, las subjetividades travestis se apropian tanto del espacio geográfico del parque y sus alrededores como del espacio narrativo. Estas subjetividades se presentan como existentes y poseedoras de una voz propia, narrándose a sí mismas en lugar de ser representadas únicamente desde la marginación impuesta por un centro heterosexual.
Los aspectos formales de la novela trascienden la trama autobiográfica anclada en la realidad de los hechos, pues el relato se construye a partir de un aspecto mágico. Por ejemplo, desde las primeras páginas se nos dice que la Tía tiene ciento setenta y ocho años. En otro momento, una de las habitantes de la casa se transforma en pájaro, y también aparece un hombre sin cabeza llegado de África que se enamora perdidamente de la Tía Encarna.
En este sentido, la novela desestabiliza la realidad autobiográfica normativa, haciendo evidente lo mágico del relato. Se hace una apropiación del espacio de la escritura y se ejerce una maleabilidad autoral que desafía las convenciones tradicionales.
Las malas es un ejercicio de escritura que historiza las vidas de las personas trans y travestis a comienzos del siglo XXI. Nos muestra las vidas y los hogares alternativos que se crean a partir de la huida y el desamparo. Como comenta la propia autora en una entrevista para La Rueda Suelta, hoy en día estas subjetividades tienen mayor resonancia y presencia política; sin embargo, “siguen sucediendo las mismas cosas que sucedían antes, incluso, yo creo que ahorita es peor todavía: antes el enemigo era bien claro. Ahora no se sabe a quién tienes sentado al lado” (Báez, 2022). Por esta razón, es necesario continuar narrando y luchando por espacios de expresión que trasciendan la heterosexualidad. Las familias creadas deben fortalecerse y consolidarse como redes de resistencia, que permitan a sus integrantes construir vínculos afectivos y comunitarios que desafíen las exclusiones sociales y políticas impuestas por la heteronorma.
Referencias:
Báez A., J. Á. (2022, enero 27). Entrevista con Camila Sosa: “Las malas” es justicia poética con las travestis. La Rueda Suelta. https://laruedasuelta.com/entrevista-con-camila-sosa-las-malas-es-justicia-poetica-con-las-travestis/
Sánchez Osores, I. (2021). Desencantos y maravillas: comunidad, fracaso y utopía queer en Las malas de Camila Sosa Villada. Chasqui, 50(1), 133–152. https://www.jstor.org/stable/27120877
Sosa Villada, C. (2019) Las malas. Tusquets.