¿Por qué estudiar la Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica en Centro Eleia?

Por Karina Velasco Cota

Estudiar un posgrado es una decisión que responde a diferentes motivaciones conscientes e inconscientes, la mayoría de las veces con la convicción de agregar valor a la formación profesional, de sentir mayor respaldo al momento de ejercer y obtener mejores oportunidades. Se trata sin duda de una decisión que implica una inversión importante de recursos, desde los económicos hasta los emocionales, y por lo tanto requiere una exploración paciente y puntual.

En México, el psicoanálisis y la psicoterapia psicoanalítica se han acreditado a lo largo de los últimos años como métodos terapéuticos capaces de ofrecer a las personas una alternativa profesional, competente y humana para atender ‒y entender‒, su sufrimiento y sus dificultades emocionales.

Sigmund Freud inauguró un sentido nuevo en la comprensión de los fenómenos mentales cuando advirtió que, en la raíz de los síntomas, los sueños, los olvidos, el humor y toda expresión humana, pugnaban los deseos inconscientes. Desde entonces, hasta la fecha, el pensamiento psicoanalítico se ha ampliado para constituirse no sólo como un conjunto de teorías, sino como un método de investigación del funcionamiento psíquico y un modelo terapéutico puntual para tratar una vasta gama de síntomas, padecimientos y conflictos emocionales, situaciones traumáticas como separaciones, pérdidas y duelos; así como para explorar la personalidad y la identidad en su conjunto, promoviendo el autoconocimiento y el desarrollo mental.

Centro Eleia se ha consolidado en nuestro país como una institución dedicada a la investigación y la enseñanza de la psicología y el psicoanálisis desde hace 29 años. Norberto Bleichmar y Celia Leiberman, sus fundadores y directores científicos, introdujeron la noción de cubismo teórico y clínico, cuya idea central destaca la capacidad de observar y comprender la vida mental desde diferentes aristas y niveles de profundidad. Por esta razón, el programa de estudios, inspirado en el paradigma de la complejidad y el pluralismo, abarca las diferentes escuelas del psicoanálisis, desde Freud hasta la actualidad, incluyendo la escuela de las relaciones objetales, la escuela americana clásica y moderna, la psicología del yo, la escuela francesa, tanto lacaniana como independiente, las perspectivas intersubjetivas y relacionistas, entre otras.

Esta amplitud te permite, como alumno y terapeuta en formación, apreciar el funcionamiento psíquico y emocional, así como la relación terapéutica y la experiencia clínica desde diferentes enfoques, y a partir de este conocimiento, optar libremente por aquellas que encuentres más interesantes o con las que más te identifiques. Este espíritu de tolerancia y respeto por las diferencias de pensamiento lo encontrarás en todas las actividades académicas que se llevan a cabo en Centro Eleia, incluyendo las clases, los talleres, diplomados, Jornadas Clínicas y en las diferentes publicaciones que puedes encontrar en el blog, o bien, en los libros publicados por los fundadores, docentes y colaboradores de la institución. Sin embargo, esta disposición de apertura y constante actualización no se circunscribe únicamente a la psicología, el psicoanálisis o la salud mental, se extiende a las artes como el cine, la música y la literatura como una forma de acercarnos a la experiencia humana con sensibilidad y empatía.

En el ámbito clínico, Centro Eleia persigue el mismo propósito. Cuando uno elige una disciplina como ésta, uno de los retos más importantes tiene que ver con el inicio de la práctica clínica y la incertidumbre que genera armar una consulta propia. Ésta es quizá una de las grandes fortalezas que encontré en Centro Eleia. La clínica de atención comunitaria recibe más de 400 consultas mensuales que son canalizadas a los diferentes terapeutas que están inscritos en ella. Este entrenamiento, comprometido y supervisado, te permite descubrir en cada historia personal una amplia gana de disyuntivas emocionales, fantasías, motivaciones y libretos inconscientes, así como aprender paulatinamente una técnica virtuosa, dotada de una profunda ética, cuya finalidad no es curar o eliminar una conducta, sino dotar de significado las experiencias y estimular la comprensión del mundo interno y el carácter.

Este esfuerzo, por supuesto, no se logra únicamente con el estudio, sino que exige de uno mismo el análisis propio y la supervisión sostenida. De ahí que esta profesión involucra necesariamente una transformación personal.

Al paso de los años me he dado cuenta de que al iniciar la Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica no estaba eligiendo llanamente un posgrado o un área de especialización, sino un proyecto de vida, y que el lugar que uno elige para formarse no sólo es una institución educativa, sino un lugar de construcción personal, porque la comunidad que te rodea, conformada por compañeros, colegas, maestros, supervisores y analistas, con quienes además se entablan vínculos afectivos, es un modelo de identificación que incide en quienes nos convertimos como terapeutas y como personas.

En mi experiencia, puedo decir y compartir con ustedes que gratamente descubrí en Centro Eleia un lugar que privilegia ‒por encima del narcisismo y el razonamiento hegemónico‒, el desarrollo del pensamiento psicoanalítico, así como un clima amable y sincero que estimula permanentemente la pasión por el conocimiento, el amor a la verdad y el trabajo, lo cual me ha permitido adoptar un rol activo y comprometido en mi desarrollo profesional y emocional.

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