El conflicto psíquico para Bion: K vs -K

Por Patricia Bolaños

 

La obra de Wilfred Bion nos ofrece desarrollos originales y complejos que enriquecen la comprensión del funcionamiento psíquico. Su trabajo se nutre de los trabajos de Freud y Klein; sin embargo, para Bion el conflicto psíquico es distinto al propuesto por sus maestros.

 

Freud parte de la teoría libidinal y después de la teoría estructural para plantear que el conflicto dentro de la mente gira en torno a la discrepancia entre instancias; es decir, una parte de la mente busca satisfacer un deseo mientras  otra se le opone.

 

Por su parte, Melanie Klein, con sus agudas propuestas en torno al objeto y el mundo interno, la fantasía inconsciente y las emociones y mecanismos de la posición esquizoparanoide y depresiva, coloca el conflicto psíquico en el terreno de la batalla entre el amor y el odio hacia el objeto y la dificultad para integrar esta gama emocional en nuestros vínculos.

 

El trabajo de Bion con grupos le permitió observar un tipo de funcionamiento en el que la conducta es resultado de fenómenos automáticos y miméticos que contrastan con las capacidades simbólicas del individuo al estar fuera del grupo. Esto llevó a Bion a interesarse en los trastornos del pensamiento, los cuales identificó en toda persona como presentes en diferentes momentos y no solo en patologías graves como la esquizofrenia.

 

Bion se interesó en comprender qué significa pensar, cómo se desarrolla la capacidad de darle significado a nuestras experiencias y, de este modo, aprender sobre uno mismo y los otros. Descubrió que esta capacidad no es innata, sino que debe ser desarrollada a través del vínculo con un objeto que en un primer momento preste sus capacidades simbólicas y con el que se pueda dar un proceso de identificación, esto va a permitir que se instaure una función que Bion llamó alfa, la cual permite que los símbolos y significados sean generados. Sin embargo, también se percató de que el proceso de construir sentidos sobre las experiencias puede detenerse y ser revertido, ya que esta actividad simbólica genera montos importantes de dolor, lo cual no siempre se tolera.

 

Por lo tanto, el modelo de la mente en la obra de Bion implica que la personalidad está dividida en una parte mental, caracterizada por la elaboración simbólica, las experiencias emocionales, la imaginación y los significados, y otra área fuera del funcionamiento simbólico, gobernada por mecanismos evacuativos que buscan deshacerse del dolor emocional y negar la realidad psíquica. El acento en la propuesta de Bion está en que el problema esencial para la mente no es eliminar lo doloroso, sino poder comprenderlo, comunicarlo y así generar un aprendizaje. Esta dosis de comprensión es lo que llamamos K. Dicho modelo de la mente se constituye a partir de un aparato de pensamiento y aprendizaje para llegar a conocerse a uno mismo de la manera más veraz posible a través de la capacidad de aprender de la experiencia.

 

El estado mental en K requiere de ciertas características: tolerancia al dolor psíquico y a la incertidumbre, desarrollo de pensamientos e impulso a la búsqueda de la verdad. Es un estado exigente para la mente que no se puede sostener de manera permanente y podemos caer en el estado mental de -K; el predominio de este estado se traduce en una alteración de los valores, donde lo importante será la superficialidad, la cantidad, lo inmediato, las relaciones contractuales, lo socialmente aceptado, el mimetismo, la moral. El estado -K contrasta con los valores y aspiraciones que podríamos relacionar con el estado mental K, en donde la intimidad, la profundidad, el interés, la belleza y las experiencias emocionales caracterizan el funcionamiento mental.

 

La mente es dinámica y a momentos predomina K y a veces no aguantamos el dolor psíquico y recurrimos a -K, que podemos homologar con la desmentalización que también estudia Meltzer (1990).

 

En el curso “El pensamiento de Bion. Sus aportaciones teóricas y clínicas” revisaremos los desarrollos que propone el autor y su impacto en la forma en que comprendemos el funcionamiento mental.

 

Referencias

 

Meltzer, D. (1985). El modelo de la mente según Bion. Revista de Psicoanalisis, (1): 75-82.

 

Ortiz, E. (2019). Donald Meltzer. Vida onírica. Sueños, mente y pensamiento. Analytiké.

 

Tabbia, C. (2020). Clínica del significado. El vértice Bion/Meltzer. APA Editorial

 

Waddell, M. (2013). Reflections on “Meaning” and “Meaninglessness” in Post-Kleinian Thought. En Bell, D. y Novakovic, A. (eds.), Living on the Border: Psychotic Processes in the Individual, the Couple, and the Group. Karnac.

 

 

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