Cartas de una madre a su bebé

Por Sara Fasja

 

Fragmento de la carta de una madre a su bebé, antes de nacer:

            Nunca había sentido esta ansia por conocerte como la siento ahora. Quiero verte, conocer tu carita y tu cuerpecito. Quiero enterarme de cómo eres y sentir que ya te conozco, aunque sea un poquito. A lo largo de estos nueve meses, he conocido tu fuerza y tus ritmos, que no son tranquilos, y tú has conocido mi ritmo y mi vida. De igual manera, tus hermanos y tu papá están ansiosos por conocerte. Tengo ganas de que ya nazcas y miedo también. Miedo por el parto y por tu nacimiento, por la lactancia y esta nueva relación contigo. Siento que tenemos ya una relación desde el amor y la ilusión, desde mis sueños y tu realidad.

 

            Encontramos en esta carta sentimientos amorosos y, a la vez, la expectación de una madre que tiene toda su mente volcada a ese ser que se gesta en su cuerpo. El miedo y la angustia se notan a la par del amor y la ternura. Resulta evidente que la madre está conectada con su bebé desde el vientre, con deseos de que nazca, así como ansiedad ante lo que viene. También se puede observar el movimiento familiar que el nuevo miembro está generando en cada integrante de la familia.

            Todas estas emociones se juegan cuando un bebé nace sano y de manera natural, pero también lo hacen cuando hay una pérdida o algún problema con el nacimiento. Imaginemos por un segundo que ese bebé naciera y hubiera alguna complicación. En ese caso, todas estas emociones podrían generar un estado depresivo importante que se tendría que trabajar.

 

            Por otro lado, en algunos casos, aun cuando las cosas salen bien, se genera en la madre otro tipo de emociones, como extrañeza, ansiedad aguda, tristeza, inseguridad, incompetencia, o hasta odio hacia el bebé y hacia sí misma. Esto dependerá de la historia de la madre, las circunstancias del engendramiento, la relación de pareja, el entorno en el que se da el embarazo, entre otros factores.

 

Fragmento de la carta de una madre a su bebé, a los pocos días después del parto:

            Empezamos con siete pañales en una noche, incluidas tres explosiones de caca, la casa volteada de cabeza, tus hermanos celosos, yo con un dolor de espalda tremendo y tu papá tratando de organizar el desastre. Así fueron los primeros días de tu vida. Sin embargo, ahora te puedo decir que el caos va cediendo su lugar al orden, de a poquito. Tus hermanos se van adaptando a ti y a su nueva realidad, papá por fin logró acomodar su mesa y mi dolor de espalda va disminuyendo. Nos vamos ajustando y recreando con esta nueva transformación vital.

 

            En este otro fragmento, encontramos una situación y emociones distintas. Hay un desajuste en la familia, sobre todo en la pareja parental. Se nota el agotamiento y el dolor físico en la madre, que la puede poner más irritable, así como vulnerable. Los hermanos también sufren de un impacto emocional que genera movimientos en sus conductas, lo que, a su vez, repercute en los padres. El desajuste va generando un reajuste, y la familia puede ir acomodándose a una nueva realidad, aceptando un nuevo miembro en su seno.

            No siempre las cosas salen bien. A veces, el desajuste en un miembro es tal, que llega a generar una ruptura o conflicto familiar. Otras veces, los celos afectan tanto a un miembro de la familia que comienzan a deteriorar su personalidad o su relación con el entorno familiar. En ocasiones, llegan a terapia niños que, al recrear su historia, nos permiten percatarnos de que el inicio de su patología se dio con la llegada de un hermano menor. A su vez, no son pocas las parejas que se quiebran en los primeros meses del nacimiento de un bebé.

 

            La llegada de un recién nacido es un momento de crisis vital. Es vivida como un trauma en la mente de cada miembro, por lo que es necesario procesarlo o elaborarlo para evitar que se sufran complicaciones. Como psicólogos o trabajadores del área de la salud mental, es necesario conocer las emociones e implicaciones que se generan con la llegada de un bebé, para así comprender y ayudar más a nuestros pacientes. En el curso “Emociones de la madre con su bebé en el primer año de vida” abordaremos estos interesantes y complejos temas.

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