Jornadas Clínicas 2019 Identidad e identificación. Vértices psicoanalíticos, sociales, culturales y neurobiológicos.

Cada dos años, el Centro Eleia realiza un evento muy importante para la comunidad psicoterapéutica y psicoanalítica con el objetivo de presentar trabajos teórico-clínicos que profundicen en la comprensión y actualización de un tema central dentro del ramo de la salud mental y la técnica de intervención, es decir, la psicoterapia. Se trata de las Jornadas Clínicas. En esta ocasión, se llevarán a cabo los días 7 y 8 de junio de 2019, viernes y sábado de las 9:30 a 19 horas. Y, por primera vez, la sede será el Instituto Nacional de Perinatología. Salimos de los confines de nuestro Centro para poder albergar a un público numeroso e interesado en asistir.

Como en años anteriores, destacados psicoterapeutas y psicoanalistas ofrecerán sus conocimientos y experiencia para elucidar, en esta ocasión, las vicisitudes de la formación de la identidad en el ser humano y qué factores intervienen en ella, como por ejemplo, el lugar que juegan las identificaciones en la construcción de la identidad. Se abordarán desde distintas perspectivas teóricas, siguiendo el modelo plural que caracteriza a Eleia y, en un tejido complejo que explique cada variante. Alumnos y ex alumnos de la Maestría y del Doctorado del Centro expondrán materiales clínicos para dilucidar en la práctica los factores que intervienen en distintas etapas de la vida, la infancia, la adolescencia y la adultez, en la configuración de la identidad, en la salud y en la enfermedad. También participarán ponentes de otras disciplinas que compartirán sus conocimientos para entender los aspectos culturales, sociológicos y neurobiológicos en la conformación de una identidad individual.

Frecuentemente, escuchamos a las personas decir, “sé tú mismo” o nos cuestionan respecto a la autenticidad de nuestro ser. Esto nos conduce a preguntarnos, ¿cómo se da el proceso de adquirir una identidad propia?, ¿qué es la identidad?, ¿qué factores la definen y son parte de su formación?  Jean Arundale, en un excelente libro titulado Identity, Narcissism, and the Other: Object Relations and their Obstacles (2018), dice que el significado de la identidad es saber quién es uno mismo. Que conjunta tanto creencias, principios, aspiraciones, valores, deseos y fantasías conscientes e inconscientes, identificaciones, maneras de relacionarnos, aspectos biológicos y genéticos, la experiencia de nuestro cuerpo (interna y externa), la forma de ser, las habilidades y capacidades, el género, nacionalidad, raza y sexo. Por un lado, atenderemos las ideas orientadas a la salud y por otro, a todo aquello que esclarezca la patología de la identidad. Porque, como dijo Kierkegaard (1849) en La enfermedad mortal, “La desesperación es una enfermedad del espíritu, del yo y puede adoptar tres formas: la desesperación de no tener un yo; la desesperación de no querer ser uno mismo; la desesperación de querer ser uno mismo.

Algunos psicoanalistas consideran que dentro del psicoanálisis, fue Erik Erikson en 1950, desde su teoría psicosocial del desarrollo de la personalidad, quien sistematizó un modelo teórico que explicase qué es la identidad, su formación y desviación. Si bien, Freud no la explicitó directamente, sí dedicó, a lo largo de toda su vida, muchísimos y notables trabajos para entender el funcionamiento de las identificaciones primarias, mecanismos de defensa, libretos de la vida psíquica, modelos de la estructuración de la mente, etcétera, indispensables para la formación de la personalidad. Gracias a sus aportes entendemos que la identidad implica nociones conscientes así como inconscientes.  Luego, Melanie Klein estableció un nuevo marco teórico sobre el cual definió los puntos fundamentales para el establecimiento de la identidad. Incluyó, al igual que Freud con las identificaciones, a los otros como esenciales en la estructuración de la identidad, enfocándose en los conflictos emocionales, en una moralidad maniquea, entre el amor y el odio que son la base de esas relaciones.

El tema de la identidad, cruza toda la obra de Lacan.  Empieza con  el estadio del espejo como formador del yo. Es decir, a través de la identificación que el bebé realiza con su propia imagen especular (reflejo de su cuerpo en el espejo), adquiere una noción imaginaria sobre lo que es él. Se reconoce y desconoce al mismo tiempo, porque aquello que está en el espejo no es él mismo, sino tan sólo su imagen pero aún así, se identifica con ella y es lo que da forma al yo. Pero esta identificación se da con ayuda y en relación a otro semejante, la madre, quien juega un doble papel. El de modelo visual y el de encargada de “modelar” o sostener al bebé. Por lo que para Lacan, todo yo es un “otro”. Winnicott, Kohut y los psicoanalistas que le dan prioridad al ambiente, incluyeron los acontecimientos externos, reales de la vida de cada sujeto como parte de este proceso. Entre ellos, los traumas acontecidos en el transcurso de la infancia temprana del individuo dan origen a un déficit estructural, a algo que no terminó de formarse dentro de la mente del sujeto. Es decir, uno de los temas importantes es el papel que juegan los otros en la constitución de la identidad.

Estos grandes psicoanalistas nos dieron las bases para comprender la dinámica de estos interesantes procesos. En junio, seremos testigos de investigaciones que nos hablen de las ideas actuales sobre un tema fundamental: ¿cómo se forma la identidad?

Conoce más del próximo evento Jornadas Clínicas 2019 «Identidad e identificación. Vértices psicoanalíticos, sociales, culturales y neurobiológicos».

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