Una mirada psicoanalítica de la depresión

Una mirada psicoanalítica de la depresión como respuesta a situaciones de pérdida y ansiedad

Artículo de las Jornadas Clínicas 2015

Por Carmen Islas

En la actualidad se tiende a ver la depresión como una enfermedad ocasionada únicamente por factores biológicos, curables por medio de determinados medicamentos. La creencia entonces es que debe eliminarse, o sea, curar a la persona lo antes posible para que vuelva a ser productiva, feliz y bien adaptada socialmente, sin considerar las consecuencias. Es un hecho que los factores biológicos inciden en estos problemas pero no debemos descartar las historias personales.

La experiencia de la pérdida se ha visto más como una descripción de conductas externas que de la complejidad de la persona que la sufre. En el psicoanálisis nos interesa comprender el problema desde una perspectiva individual, explorar la vida interior de la persona y cómo cada quien responde de forma distinta a las experiencias de pérdida y separación.

A veces no somos concientes de nuestras experiencias de pérdida y de cómo forman parte de nuestra condición humana. El concepto de duelo descrito por Freud en 1917, así como las ideas de Abraham y Klein sobre el tema, son excelentes estudios que aportaron ideas sobre la vida psíquica. La pérdida de un objeto no se refiere sólo a la muerte de un ser querido, sino a la separación o pérdida de cualquier objeto que haya tenido un valor significativo para la persona, como ideales, lugares, posesiones, incluso puede ser que el objeto permanezca en la realidad, pero que nuestro vínculo con él haya cambiado. El duelo consiste en el proceso por el cual aceptamos la separación del ser amado que hemos perdido. El dolor es el sentimiento que surge ante la pérdida y el duelo es el modo como lo procesamos. Estas son algunas ideas que nos pueden ayudar a comprender cómo se pasa por dicho proceso.

Después de estos autores, ha habido numerosas contribuciones al tema. Darian Leader en 2011 escribió un libro acerca del duelo, la melancolía y la depresión, titulado La moda negra. En esta obra trata de diferenciar entre el dolor y el duelo. El autor considera que debemos de pasar por algunos aspectos del duelo para reconocer que el trabajo de pensar profundamente sobre el dolor se está realizando. Si no, podemos permanecer estancados y, más que resolverlo, desarrollar una melancolía.

Detrás de sentimientos depresivos podemos encontrar experiencias profundas de pérdidas que nunca fueron concientes. Una mujer de mediana edad que vivió deprimida hasta que llegó a análisis, pudo reconocer lo mucho que le afectó el hecho de haber sido criada por una nana y no por su madre, quien tenía que cuidar de otros hijos y lidiar con un marido alcohólico.

Leader utiliza varios ejemplos para explicar el proceso del duelo. Entre otros, menciona el del gran escritor Edgar Allan Poe, quien a los tres años perdió a su madre. Pasó toda la noche junto con su hermana pequeña y el cuerpo de la madre fallecida, hasta que un benefactor de la familia lo encontró. En su obra literaria vuelve una y otra vez a la imagen de la mirada en blanco de la difunta; la proximidad de la muerte está por todas partes como un esfuerzo por completar su duelo. Sin embargo, más que alejarse de la madre, su presencia se hizo cada vez más real, a pesar de sus intentos por pasar el horror de lo que había sucedido al nivel simbólico a través de su escritura. Esto demuestra que cuando las pérdidas no se asimilan pueden tener efectos durante toda la vida.

La técnica analítica nos permite acceder a los recuerdos, pensamientos y fantasías acerca de la pérdida y ver cómo se ligan a otros aspectos inconcientes de la niñez y de la vida posterior. Mecanismos como la identificación con el objeto perdido repercuten en la salud, produciendo enfermedades psicosomáticas o accidentes.

El analista se convierte en un buen compañero durante el proceso del duelo, pues con su ayuda, la persona que sufre puede acceder a su propia respuesta a la pérdida. Leader piensa que el arte es una manera de alcanzar lo irrepresentable, incluyendo el sentimiento doloroso ocasionado por las pérdidas. Funciona como un puente entre los objetos y el lenguaje que los nombra y una vía para elaborarlas.

Las ideas de este autor y de otros psicoanalistas contemporáneos serán abordadas en las Jornadas Clínicas del Centro Eleia 2015: “Conflictos, pérdidas y angustias depresivas en los vínculos intersubjetivos”, que tendrán lugar el próximo 5 y 6 de junio.

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