Sobre el amor

Por Carmen Islas

El amor es un tema muy extenso y complejo que ha sido abordado por la literatura, el arte, el cine y el psicoanálisis. Cada disciplina lo ha concebido de diferentes maneras, sin embargo, también existen ciertas coincidencias muy interesantes. Por ejemplo, un punto de acuerdo sería en definir al amor como un sentimiento universal, propio de todo ser humano y que provoca que sintamos atracción hacia alguna persona, lo cual nos motiva a hacer cuanto esté a nuestro alcance para unirnos a ella. No obstante, ¿qué nos impulsa a elegir a esa persona en particular? ¿Todos los seres humanos somos capaces de amar con la misma intensidad? ¿Brindar completamente nuestro afecto a alguien implica que no seamos capaces de sentir lo mismo por nadie más? ¿El amor cambia según las diferentes épocas y culturas? ¿Existe el amor ideal?

El psicoanálisis entiende el amor desde la complejidad y estudia todas las emociones que surgen alrededor de una relación basada en este: la sensación de satisfacción, la alegría, la energía para vivir, la posibilidad de comunicación y comprensión entre las personas, la capacidad de crear algo en conjunto con el ser amado, etcétera. Al igual que la literatura y otras artes, el psicoanálisis se interesa por los múltiples tipos de amor: a la pareja, a la profesión, a los padres, a los hijos, a los hermanos, a uno mismo y demás, en los que se manifiesta mediante cada acción que realizamos en la vida. Estas formas de amor las hemos leído tal vez en un poema, en un cuento o en una novela literaria, pues, como se mencionó, muchas obras de arte expresan bellamente los sentimientos desencadenados por el amor. Asimismo, en la clínica psicoanalítica, en particular, estudiamos su presencia en la relación analista-paciente, en el clima emocional que surge en algún vínculo, en los sueños y en la historia personal.

Por otra parte, pero en la misma línea psicoanalítica, la necesidad natural del bebé de depender de la madre, y la entrega de ella hacia su hijo, lleva a este a buscar en el futuro encuentros similares, a desear revivir esa primera relación de amor a lo largo de toda su vida, es decir, a encontrar a alguien que lo ame incondicionalmente, que lo complete. El cuidado y la forma en que la madre expresa su amor al bebé radica en la satisfacción de sus necesidades básicas, como el hambre o cuando lo protege del frío y el calor, así como cuando alivia las sensaciones displacenteras, lo cual despierta en él otros sentimientos que están cargados de sexualidad. Veamos por qué: el bebé siente la calidez de la cercanía corporal, la voz y la presencia continua de su madre, sensaciones que le provocarán el deseo de buscar otras igual de placenteras, por lo cual, es posible que lo observemos realizando conductas asociadas a esos encuentros: se lleva el dedo a la boca, se toca los genitales, se arrulla, entre otras.

Freud diferencia el amor del deseo sexual, por ejemplo, existe más de un caso en el que el hombre afirma amar a su esposa y madre de sus hijos, pero, al mismo tiempo, no siente atracción sexual por ella, por lo tanto, busca satisfacer sus deseos con otras mujeres, con quienes no tiene un lazo de amor profundo. De manera que la mujer amada es respetada como lo fue la madre, porque, inconscientemente, se asocia tanto a ella, que el hombre se tiene que alejar.

Es inevitable hablar de amor sin referirnos a su opuesto: el odio. Al establecer una relación cercana que implica dedicación y tiempo, paralelamente, surgen en las parejas sentimientos ambivalentes, de manera más clara, queremos a esa persona, a veces, en exclusiva para nosotros, aunque también podemos experimentar rechazo, porque habrá cosas que no nos satisfagan, que nos desagradan, que quisiéramos que fueran diferentes. Como la pareja que disfruta de estar juntos, pero se pelea cuando uno de los dos demuestra interés por alguna otra persona o actividad.

El amor se puede convertir fácilmente en odio. Incluso, en el cine muchas historias tratan acerca de ello: “Kramer vs Kramer”, “La guerra de los Rosens”, “Luna Amarga” o “Paris, te amo”, en la que, por medio de cortometrajes, se reflejan varias situaciones cuyo eje central es el amor. Igualmente, un referente cinematográfico un poco más actual, pero que también versa en torno al amor, lo encontramos en la plataforma Netflix con el filme “Historia de un Matrimonio”.

Además, y para finalizar, la mayoría de nosotros ha tenido la oportunidad de conocer a alguien cuya manera con la que ejerce su profesión u oficio refleja sentimientos amorosos e, inclusive, nos inspira cómo realiza su trabajo. Y es que el amor que nos une a una tarea es la base para experimentar pasión por lo que hacemos, para desear compartirlo con otro, para tener la capacidad de enseñarlo, para interesarnos en profundizar nuestro aprendizaje al respecto y para crecer y ser creativo en lo que nos gusta trabajar.

Si deseas conocer más acerca del amor desde diversos enfoques, interpretados a la luz del psicoanálisis, te invitamos a participar en el Encuentro científico “Sobre el amor”, que se llevará a cabo el día 18 de enero de 2020 en el Plantel Norte y el 25 de enero de 2020 en el Plantel Sur de Centro Eleia, a las 10 am en ambas fechas. En el que debatiremos acerca de este intrincado tema que a todos nos concierne por ser inherente al ser humano. ¡No faltes!

Consulta más detalles e inscríbete: https://www.centroeleia.edu.mx/sobre-el-amor

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