Lo que debes saber antes de iniciar una psicoterapia psicoanalítica

Por Fernanda Aragón

 

Es común escuchar que las personas que tienen malestares emocionales consideran acudir a terapia para encontrar la manera de sentirse mejor, de disminuir lo que les aqueja y, así, librarse del dolor que les ocasiona. Se puede pensar que, en una suerte de causa-efecto, no llevaría mucho tiempo extirpar el conflicto si ya se tiene identificado o si se delimita el trabajo únicamente para resolverlo.

Hay diversas psicoterapias que se encargan de trabajar con los conflictos dentro de la mente; algunas, como las psicoterapias de apoyo, se concentran en fortalecer las herramientas que tiene la persona para afrontar dichos conflictos, así como en ayudarla a formular alternativas para actuar y tomar decisiones, mediante estrategias como la sugestión. Pero, nos encontramos con otro tipo de psicoterapia, la psicoanalítica, la cual considera que detrás de todo conflicto psíquico hay motivaciones desconocidas, anudadas a fantasías inconscientes, que son responsables de mantener a la persona doliente, con distintos síntomas e inhibiciones.

A través del establecimiento de una relación terapéutica e interpersonal entre el paciente y el psicoterapeuta psicoanalista, se iniciará un recorrido por la mente de quien consulta, permitiéndose hablar de todo aquello que piensa, sienta o se le ocurra en el momento que inicia su sesión. El terapeuta, por su parte, mantendrá una actitud de interés por entender, sin enjuiciar ni satisfacer las demandas del niño pequeño interno del paciente que, por momentos, quiere salir y hacer de las suyas a su antojo. Con paciencia, el psicoterapeuta psicoanalista irá describiendo a quien consulta los afectos e intenciones encubiertas detrás de sus actos, de su forma de ver la vida y lo que le acontece.

Mediante el uso de la clarificación y la interpretación, el terapeuta trabajará con el paciente arduamente, sin imponer su perspectiva, ni sugerir cómo salir de los embrollos en los que se metió, ni responder desde un rol que no le corresponde. Con calidez y perseverancia, el analista recibirá “la madeja enredada” del paciente para desanudarla, entendiendo, por ejemplo: cuáles son los afectos que más dolor le pueden causar, cuáles son los que más le cuesta experimentar, e incluso lo insoportable que puede resultar tener limitaciones y no poder hacer lo que le plazca, saltándose a los que le rodean.

Al iniciar un proceso psicoterapéutico, tanto el paciente como el analista se comprometen, por un tiempo indefinido, a buscar aquellas verdades del inconsciente que se manifestarán, en la relación transferencial con el analista, como repeticiones del pasado con otras personas significativas: mamá, papá, hermanos, etcétera. Lo que el paciente no sabe es que no se tratará de una relación “nueva” con el analista, sino de una repetición; como si el pasado y el presente se difuminaran, y aquellos sentimientos idealizados, devaluados o transformados en lo contrario, emergieran, pero con la posibilidad actual de que alguien los detecte, explique, desmenuce y les dé significado.

Como dijo Sigmund Freud: en los lapsus, los actos fallidos, los síntomas y los sueños, el inconsciente encontrará una expresión. Aquello que se encuentra en lo más profundo de nuestra mente y que la sociedad, nuestra propia escala de valores morales o las leyes de la Constitución no permiten, se exteriorizará discretamente para cumplir un anhelo reprimido, pagando esa satisfacción, ya sea con culpa o con algún malestar.

La psicoterapia psicoanalítica es un camino de autoexploración psíquica con un guía que, simbólicamente, nos toma de la mano y acompaña para enfrentar, juntos, todos los personajes que habitan nuestro interior, los afectos más desagradables, las fantasías más alocadas, y para darle un lugar a aquello valioso y bondadoso que también nos habita.

Analizarse es y será una de las inversiones más provechosas que podamos realizar, pues nos permite descubrir lo interesantes que podemos ser.

 

Referencias:

Coderch, J. (2011). Teoría y técnica de la psicoterapia psicoanalítica. Herder.

Freud, S. (2004). Psicopatología de la vida cotidiana. Obras Completas (vol. VI). Amorrortu editores. (Obra original publicada en 1901).

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