Estudia en serio

Por Cristóbal Barud

La mayoría de la gente piensa que la psicología, como carrera, es una opción llena de riesgos laborales. No creen que los psicólogos tengan trabajos estables, satisfactorios y duraderos. Por ello, si escoger una licenciatura es ya un proceso lleno de dudas, considerar (¡o desear!) estudiar psicología solo hace que aumenten: ¿Tendré trabajo cuando termine la carrera? ¿Estará relacionado con mi profesión? ¿Podré vivir con lo que gane como psicólogo? ¿Tendré opciones laborales? ¿Seré respetado como profesionista?

Todas estas dudas hacen que uno se pregunte si estudiar lo que nos interesa o lo que nos apasiona está peleado con la posibilidad de ganar dinero y llevar una vida independiente y satisfactoria.

Bien, para fortuna de todos los que desean ser psicólogos, quiero decirles que las ideas que la gente tiene sobre nuestra profesión son un mito. De hecho, el fracaso y la infelicidad no dependen de qué carrera estudies, sino de qué tanto esta te guste y de qué tan convencido estés de dedicarle tu vida. Y es que, ¿lucharías por avanzar y crecer en algo que no te interesa?

Seguramente no.

Para que la psicología sea en una profesión que te permita vivir dignamente y te llene de todo tipo de satisfacciones, debes de entregarte a ella con pasión y estudiarla en serio. Pero ¿qué significa “estudiar en serio”?

Bueno, por principio, el estudio de la psicología no es algo que acabe cuando se sale de la universidad. Por el contrario, quien la estudia en serio, convierte a la psicología en un proyecto de vida que enriquece tanto su vida profesional como personal.

Además, cuando la psicología se estudia en serio, no solo se lee para conocer sobre las distintas teorías del comportamiento y métodos de evaluación. También se lee literatura, se ve cine y se contempla el arte para, a través de ellos, entrar en contacto con las grandes historias que nos definen como seres humanos. Por medio de las historias y personajes que habitan las obras de arte visualizamos mejor nuestros anhelos, miedos o deseos, y aprendemos cómo comunicarlos a otras personas. Así, si además de los libros especializados también nos acercarnos en serio al arte, desarrollaremos nuestra sensibilidad y empatía para hacerles frente a los múltiples temas con los que trataremos en el día a día de nuestra profesión.

Déjame darte un ejemplo de lo más actual.

La teoría que describe la búsqueda de identidad de los adolescentes solo adquiere vida y sentido si la relacionamos con, por ejemplo, los sentimientos de extravío y de hartazgo plasmados en Joker. Ahora bien, si la comprensión emocional y empática que obtenemos en la película la ejercitamos con la realización de (se me ocurre) un taller en una secundaria en donde platiquemos con los alumnos acerca de la relación entre adolescencia, emociones e identidad, no hay manera de que como psicólogo no obtengas un aprendizaje profundo del tema que nunca olvidarás.

La situación que acabo de describirte, que complementa la teoría con el arte y con la práctica, es una de estudio en serio que te coloca en una posición aventajada respecto del estudiante (o profesionista) que se dedica a estudiar la psicología solo como teoría. Es justo por esa razón que no te recomiendo (si estás pensando en hacerlo) el estudiar psicología en línea. Dado que nuestra profesión tiene su razón de ser en el contacto con otros seres humanos, su enseñanza tiene que situarse por fuerza en lugares reales, con personas reales. Uno debe de ponerse en los zapatos de un psicólogo desde el inicio.

En conclusión, el psicólogo que estudia en serio es un profesionista que no solo repite teorías sino que tiene una actitud propositiva respecto a su trabajo: diseña intervenciones y talleres, realiza evaluaciones psicopedagógicas y organiza trabajo grupal en un hospital.

No solo eso, sino que también sabe comunicarse con calidez y empatía, lo que lo lleva a la construcción de una práctica clínica independiente y exitosa. Además, es un profesionista en constante búsqueda de conocimiento, por lo que asiste a posgrados, diplomados y demás oportunidades que le permitan saber cada día más sobre su área de estudio. Así, nuestro psicólogo no solo tiene un trabajo y un salario dignos, sino también una vida llena de satisfacciones.

En resumen, si bien es cierto que existen muchos psicólogos en México, la realidad es que son pocos los que se preparan a fondo conjuntando todo lo anterior. Después de todo, estudiar en serio es un asunto… serio.

Y tú ¿ya te preguntaste si la psicología es la opción para ti?

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