Y tú, ¿qué tan celoso eres?

Los celos, junto con otras experiencias emocionales, como la rivalidad, la competencia o el duelo, pueden ser considerados normales. Forman parte de la vida afectiva y en la medida en que se les identifica con alguna fantasía inconsciente aportan conocimiento sobre el funcionamiento mental y la realidad psíquica.

Freud consideró que los celos están arraigados en “las más tempranas emociones de la afectividad infantil y brotan del complejo de Edipo”. Están compuestos por el duelo, es decir, se experimenta dolor por el objeto de amor que se considera perdido; por una afrenta narcisista; y por el sentimiento de hostilidad hacia los rivales, que se cree han sido preferidos.

Los celos se consideran patológicos, cuando la persona no deja de pensar en que su pareja u objeto de amor se interesa por alguien más y en la afrenta que esto conlleva para su amor propio.

La convicción puede llegar al grado de considerarse delirante. La psiquiatría designa a este tipo de celos como ‘trastorno delirante de tipo celotípico’. En este trastorno el contenido del delirio es precisamente que el cónyuge o amante es infiel.

Por Víctor H. Ruiz Franco

Collage de la artista turca Ceren Bülbün.

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