Tesis: Inhibición y autoestima

En 2018, Laura Sevilla del Tejo se tituló de la Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica en Centro Eleia con la tesis Inhibición y autoestima, una perspectiva psicoanalítica. Aquí presentamos algunas de las ideas principales de su investigación.

 

Inhibición y autoestima, una perspectiva psicoanalítica

Por Laura Sevilla del Tejo

Importancia para la clínica y la vida cotidiana

El presente artículo está basado en la tesis de maestría que lleva el mismo nombre. El propósito es explorar la relación entre inhibición y autoestima, así como la forma en que repercute en la vida del individuo la relación entre ambos fenómenos.

Ninguno de estos dos conceptos se considera psicoanalítico, sin embargo, ambos son frecuentes en la clínica, al igual que los podemos encontrar en la sociedad en el día a día. Por lo mismo, son conceptos muy importantes y presentes en el individuo, y que además pueden ser de gran utilidad para entender fenómenos humanos que se dan tanto en el consultorio como en el ambiente laboral, familiar, en el aprendizaje, en la creatividad y en el arte. Por eso considero que se les debería dar mayor importancia desde la perspectiva psicoanalítica.

El método que se utilizó en este trabajo se basa, por un lado, en una investigación bibliográfica sobre diferentes autores y teorías psicoanalíticas y, por el otro, en un método clínico que consistió en la observación metódica de pacientes, con el objetivo de pensar, reflexionar y mostrar diferentes conductas y comportamientos, y cómo se expresan en el consultorio. Lo que se busca es comprender, desde una perspectiva más psicoanalítica, ambos conceptos, así como la relación entre ellos, sin profundizar, por el momento, en todas las causas y razones por las que un individuo puede inhibirse y/o tener baja autoestima.

Definición de conceptos

A partir de la información recabada para la tesis, se ha podido determinar que la inhibición no es necesariamente patológica, y que está vinculada con las funciones del yo. Todos los síntomas traen consigo inhibiciones, pero no todas las inhibiciones se consideran síntomas. Lo patológico tiene que ver con lo que hay detrás de la inhibición; cuando se relaciona con un conflicto, entonces hablaríamos de síntomas o de patología.

La inhibición puede originarse por dos razones:

1) Como medida de precaución ante algún peligro y/o conflicto, el cual puede ser interno o externo. Por ejemplo: temor a sentir angustia, temor a entrar en conflicto con el ello o el superyó, temor a la agresividad propia o externa, etc.

2) Por empobrecimiento del yo, que puede ser debido a un duelo, un trauma u otras situaciones en las que el yo no se permite hacer uso de todas sus funciones por estar sumergido en una situación específica con gran carga emocional.

También tiene dos formas diferentes de operar y en ambas participa el yo. Por un lado, el yo se inhibe, lo que se presenta como “síntoma de inhibición”; mientras que, por otro lado, el yo inhibe, lo que se presenta como un mecanismo de defensa que más adelante resulta un rasgo de carácter.

En cuanto a la autoestima, es la imagen que se tiene de uno mismo, lo cual es diferente a la propia identidad de la persona. No obstante, para el individuo tiene mucho peso, ya que la identidad va a operar en el día a día, en gran medida, de acuerdo con la imagen que tenga de sí mismo.

Revisión de casos

Con el propósito de explorar sobre la inhibición y la autoestima, se realizó una investigación sobre diversos temas relacionados con ambos conceptos: la agresividad, la angustia, la envidia, el narcisismo, la castración, la depresión, la fobia social, el ideal del yo, el yo ideal, entre otros. Además, se llevó a cabo una investigación más específica sobre la relación de la inhibición y la autoestima vista desde las neurosis (histeria, neurosis obsesiva y fobia), basada tanto en lo que defienden varios autores como en diferentes casos clínicos.

Respecto a toda la información obtenida, se pudo observar que, tanto en la histeria como en la neurosis obsesiva y en la fobia, existen diferentes inhibiciones, dependiendo de las características de la personalidad y la estructura de cada quien. Además, las inhibiciones que el individuo tenga por diversas razones pueden generarle baja autoestima. Esto se puede observar con mayor detenimiento en los diferentes casos clínicos expuestos en la tesis y que esbozaré a continuación.

En el caso de histeria, la paciente inhibe su crecimiento y desarrollo para seguir siendo una niña dependiente, puesto que para ella ser adulta implicaría estar sola. Pero, por otro lado, para evitar sentir celos, se aleja de las personas que quiere y luego se siente sola, abandonada y se queda con la sensación de “no me quieren”. Así, inhibe su capacidad para estar sola, y por eso cuando siente celos de su madre se va con el ex, cuando siente celos del ex se va con su padre, etc., lo que luego la hace sentirse mal consigo misma. Por lo tanto, estas inhibiciones le generan a la paciente baja autoestima.

En el caso de neurosis obsesiva, el paciente inhibe su libertad de hacer lo que quiere por temor a ser regañado o castigado. Ese sentir de limitación le genera mucho coraje y frustración, lo que lo lleva a enojarse consigo mismo. Por eso, en este caso, también podemos observar cómo su inhibición lo hace sentirse mal consigo mismo, lo que a su vez lo hace sentirse con baja autoestima.

Y en el caso de la fobia, el paciente inhibe su deseo de acercarse a la mujer que le gusta, ya que le genera tanta angustia el temor a ser rechazado por ella que prefiere evitar el contacto. Para no sentirse tan mal, culpa al hecho de tener baja autoestima debido a su condición de manco, utilizándola como una especie de escudo con el que se protege de su angustia. Podemos observar que su inhibición en cuanto a no tener el valor de acercarse a la mujer que le gusta, aunque el paciente lo esconda, finalmente lo hace sentirse mal consigo mismo y es este dolor lo que lo trajo a terapia.

Por lo tanto, podemos determinar que, a pesar de las diferencias entre las neurosis mencionadas, todas ellas pueden presentar inhibiciones y, aunque se trate de inhibiciones diferentes, debido a las características particulares de cada estructura, también estas inhibiciones pueden generar baja autoestima en el individuo, independientemente de la estructura mental de cada uno.

Conclusiones

Finalmente, gracias a la información teórica y clínica recopilada, al igual que los casos clínicos expuestos, se pudo concluir que efectivamente hay casos en los que la inhibición que el individuo presenta en ciertos aspectos de su vida se origina debido a una baja autoestima, como también hay casos en los que las inhibiciones que el individuo tiene por diferentes causas pueden generarle una baja estima de sí mismo.

Es labor del analista ir descubriendo junto con cada paciente las razones ocultas detrás de las inhibiciones y detrás de lo que le genera baja autoestima al individuo. Para ello se debe intentar comprender el conflicto que hay detrás de la conducta que está teniendo el paciente. Por lo tanto, es muy importante conocer la etapa del desarrollo en la que se encuentra en ese momento, para poder diferenciar entre lo normal y común de esa etapa y reconocer cuando ya es algo patológico.

Por otro lado, no importa la estructura mental del individuo neurótico, ni tampoco si es niño, adolescente o adulto, ya que en cualquier caso se pueden presentar situaciones en las que el individuo genere inhibiciones por diferentes causas o motivos, y que estas inhibiciones le ocasionen baja autoestima. Al igual que cualquier individuo neurótico, sea niño, adolescente o adulto, puede experimentar baja autoestima por alguna razón específica, y que eso le ocasione inhibiciones en diferentes áreas de su vida.

El vivir inhibido limita, deprime, crea en el individuo un malestar consigo mismo que le genera problemas en el día a día, en lo laboral, en la pareja, la familia, la vida social, etc. Al igual que la autoestima o imagen de sí mismo determina en un grado importante el tipo de vida que uno puede experimentar, ya que el tener una autoestima baja crea en nosotros desconfianza, inseguridad, rencor, odio, resentimiento, negatividad, y esto nos lleva a inhibir partes de nuestra personalidad por temor a la no aceptación o al rechazo del otro.

Sentir que uno no es importante entristece, deprime e impide que el individuo se permita realizar diferentes actividades, que quiera aprender o divertirse, que se sienta bien consigo mismo, feliz y en calma. Por lo tanto, a pesar de no ser conceptos tan comunes en el psicoanálisis; liberarse de las inhibiciones, al igual que tener seguridad y confianza en uno mismo, es importante para el crecimiento y el desarrollo del individuo, y por lo mismo hay que dar mayor importancia a ambos conceptos, verlos desde un punto de vista más serio, profundo, sustancial, verlos desde una perspectiva psicoanalítica.

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