Sexualidad: incógnitas y desplazamientos

Por Catherine Goetschy

La sexualidad humana posee un lugar central en los escritos de Freud. Desde los últimos años del siglo XIX, se percata que la sexualidad desempeña un importante papel en los conflictos psíquicos de sus pacientes. Concluye, entonces, que los síntomas neuróticos son resultado de la oposición entre la sexualidad y su represión. En Tres ensayos de teoría sexual (1905), Freud plantea la existencia de una sexualidad infantil desde los primeros meses de vida, la cual culmina con el complejo de Edipo que los niños atraviesan entre los tres y los cinco años. Su resolución es determinante no sólo para la futura configuración de la sexualidad del adulto, ya sea normal o patológica, sino también para el desarrollo de la función intelectual y la formación de la personalidad en su totalidad.

Las propuestas freudianas produjeron un gran impacto y muchas de ellas se han difundido e incorporado a la cultura. También provocaron la oposición de los grupos más tradicionalistas, desde el momento de su introducción y a lo largo de la historia del psicoanálisis. La sexualidad, el género y los trastornos sexuales son temas que causaron gran controversia teórica. Esto, a su vez, promovió comprensiones nuevas que tomaron en cuenta la complejidad de la mente y del deseo humanos. Las ideas pioneras de Freud sobre la sexualidad han sido modificadas por otros modelos explicativos del desarrollo mental, así como por la evolución social y los importantes avances obtenidos en el campo de la neurobiología. El análisis de niños pequeños puso en evidencia conflictos anteriores a los del período edípico. Otros estudios se han centrado en las diferencias entre hombres y mujeres y demuestran que la anatomía no es un factor determinante, ya que el sentido de identidad, lo que se concibe como masculino o femenino, parte de una construcción familiar, social y cultural.

Asimismo, el modelo de familia y las formas de procreación han pasado por transformaciones radicales: algunos embarazos ya no son producto del acto sexual, sino de técnicas de reproducción asistida; el tener bebés no es el deseo de todas las mujeres o parejas; en la actualidad sabemos de embarazos de hombres transgénero, etc. Otros autores hablan de las disociaciones, dispersiones y diversificaciones de lo sexual: el cuerpo se ha separado de la reproducción, la posibilidad de tener un coito está desligada del deseo sexual, existen múltiples nociones acerca de lo que es normal o anormal, las modalidades sexuales se revelan insuficientes para constituir la identidad del sujeto.

En este taller se explorarán algunos desplazamientos postfreudianos respecto de la sexualidad:

  • ¿La sexualidad emerge desde el cuerpo, o bien, de la relación con un objeto (en particular, del vínculo con la madre)?
  • Las manifestaciones de la sexualidad infantil en la vida y en la sexualidad del adulto. Fantasías relativas a la escena primaria. Sexualidad arcaica y problemas psicosomáticos.
  • La elección de objeto: ¿es algo que queda fijo desde la infancia o puede cambiar más adelante?
  • Diferencias entre hombres y mujeres: ¿en nuestros días, qué determina lo que es ser hombre y ser mujer?
  • ¿En qué consiste la sexualidad masculina y femenina? ¿Qué es lo transgénero?
  • ¿A qué nos referimos con el término “bisexualidad”?
  • La orientación sexual: normalidad versus patología. ¿Cómo se comprende la homosexualidad hoy?
  • ¿Qué se considera como perversión en la actualidad?
  • La expansión de la pornografía en la cultura y vida cotidiana.
  • La sexualidad desplegada en la transferencia.

 

Artículo del Taller «La sexualidad. Incógnitas y desplazamientos» que se impartirá el 23 y 30 de septiembre en Centro Eleia. Regístrate aquí

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