Prácticas de observación de niños en la Licenciatura del Centro Eleia

Carmen Islas

El Centro Eleia ofrece dentro de su programa de Licenciatura en Psicología una gran cantidad de prácticas que complementan el estudio teórico. Desde su creación en 1997, la idea de aplicar los conocimientos en diferentes escenarios ha sido el hilo conductor que nos propusimos para la enseñanza de la Psicología. Las prácticas inician a partir del segundo semestre y se van incrementando hasta llegar al noveno. Abarcan 60% de todo el plan de estudios. Algunas de las más interesantes son las que se relacionan con la psicología del desarrollo, las teorías psicoanalíticas del desarrollo temprano, técnicas de psicoterapia y pruebas de evaluación psicológicas y de neurodesarrollo.

Estas prácticas se realizan en instituciones escolares que reciben niños desde maternal hasta la segunda infancia y en instituciones muy prestigiadas como el Instituto Nacional de Pediatría, el Centro de Investigación de Salud Mental en México (CISAME), el Instituto de Perinatología y el Hospital Infantil Juan N. Navarro. También observan la aplicación de diferentes técnicas terapéuticas y la dinámica que se establece en el tratamiento entre los pacientes y los terapeutas.

La observación de bebés y de niños en la primera infancia es un aprendizaje básico para comprender la vida mental del adolescente y del adulto, el desarrollo sano y las perturbaciones que afligen a las personas.

En las estancias infantiles y en las escuelas, los alumnos tienen la oportunidad de observar el comportamiento de los bebés, entrevistar a los padres, conocer las preocupaciones de las maestras. Pueden ver la interacción de los niños en grupo, sus juegos, la relación que establecen con sus padres y compararla con la que tienen con otros adultos que los atienden.

El contacto directo con los niños en diferentes ambientes es muy ilustrativo de lo que después estudian en los textos, es la manera más interesante de aprender el desarrollo físico, psíquico, motriz, de lenguaje, social y cognitivo; también las manifestaciones de la vida emocional, sus fantasías, miedos, expresiones creativas y su espontaneidad.

Una de las experiencias que los alumnos han valorado mucho es poder conocer a niños con problemas de aprendizaje, dificultades en el lenguaje y con autismo. Estas prácticas han servido para inspirarlos a seguir especializándose en esos temas. Gracias a las visitas a las escuelas para niños con problemas de lenguaje, una de ellas llamada IPLIAP, algunos alumnos se han interesado en el lenguaje de señas y se han seguido preparando para poder apoyar psicológicamente a los pequeños con trastornos de lenguaje y sordomudos. A partir de la práctica en el CISAME, otro alumno decidió realizar su servicio social ahí y actualmente está participando con uno de los doctores más renombrados en el tratamiento de niños autistas en el Hospital ABC de Santa Fe.

En la Clínica del Centro Eleia recibimos derivaciones de varias escuelas públicas, para realizar valoraciones individuales a niños con problemas de aprendizaje. Los alumnos, siempre guiados por el maestro experto, entrevistan a los padres y aplican baterías de pruebas orientadas a diagnosticar y colaborar en la resolución del problema. Algunas veces se canaliza a los padres a terapias familiares o se les orienta en la terapia más adecuada a las necesidades de su hijo. En estas prácticas también se han observado entrevistas de juego diagnóstico a través de la cámara de Gesell, un salón acondicionado para permitir la observación. Son los mismos alumnos los que llevan a cabo estas sesiones diagnósticas.

Después del primer contacto con los niños, se realizan sesiones grupales en las que se habla con profundidad de la patología y se elije la mejor forma de intervenir en cada uno de los casos que se presentan.

En Eleia nos interesa que el alumno cuente con una supervisión personalizada que lo acompañe en estas experiencias, procuramos que se enriquezca con estas actividades, lo cuidamos y lo orientamos con sugerencias de lecturas que amplían su conocimiento.

En la última entrega de diplomas de la generación que recién egresó, la alumna que dio el discurso en representación del grupo dijo: “Agradezco a los maestros por todo lo que nos enseñaron, pero, si hubo algo que me encantó y que me pareció lo mejor del programa, fueron las prácticas”.

La mejor forma de ampliar el conocimiento es descubrir la realidad por nuestra propia cuenta, a veces es muy diferente a lo que nos imaginábamos y nos sorprende. Las historias de vida de los niños o las que cuentan sus padres muchas veces rebasan por mucho lo imaginable. Algunas son historias que inspiran y generan curiosidad para aprender y profundizar temas, teorías o autores. El contacto con los niños sensibiliza a los alumnos para abrirse a una experiencia de encuentro con un ser humano en crecimiento, también lo lleva a conocerse a sí mismo, a preguntarse y buscar respuestas en los libros y con sus profesores. En Eleia consideramos que es fundamental el apoyo de un supervisor que guíe y acompañe a los alumnos en sus prácticas para completar el aprendizaje.

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