La psicología: una profesión vital, en desarrollo y llena de futuro

Por Ana Livier Govea

A pasos agigantados y a una velocidad avasalladora, los avances tecnológicos se han apoderado cada vez más de los espacios íntimos y personales. Ahora sabemos en todo momento a dónde van los demás, qué hacen, qué comen. Miramos sus “historias” sin necesidad de escucharlas de viva voz. Contactamos con gente, hacemos amigos, grupos, redes… Todo con un clic que incluso nos ahorra crear vínculos. Pareciera que gran parte de las interacciones surgen y se mantienen en un espacio virtual amortiguado. Un espacio acojinado en donde perder un contacto no resulta tan doloroso ni dramático como lo sería en la vida real.

Al mismo tiempo, las grandes empresas y cadenas transnacionales nos ofrecen una ideología seductora que permea todos nuestros ámbitos de vida vendiéndonos hábitos, estatus, identidades, comodidades e inmediatez. Y, ante todo esto, pareciera que hemos quedado engullidos, desvitalizados o aturdidos.

Las complejidades de nuestra época quedan, pues, definidas en las experiencias dicotómicas del contacto sin vínculo, del crecimiento sin frustración, de la rapidez sin reflexión, de la inmediatez sin disfrute y de la productividad sin emocionalidad. Es lo que el sociólogo Zygmunt Bauman  denominó “tiempo puntillista”: la experiencia vivida en un tiempo fracturado en miles de instantes que parecen oponerse tanto a la huella del pasado como a la idea del futuro para volcarse únicamente en las infinitas satisfacciones que caben en la experiencia del eterno presente (Lara Pulido y Colín, 2007). Así pues, no es de sorprender que el frenesí de vida cotidiana derive en malestar, el cual puede manifestarse como cansancio, agotamiento, desvitalización o sensaciones inquietantes como la ansiedad.

Bajo este panorama, la importancia y necesidad de la psicología estriban en su misma naturaleza. Es una disciplina que indaga en los distintos fenómenos y motivaciones que yacen detrás de la conducta humana, no solo en lo que respecta a la forma como nos relacionamos con otras personas, sino también a cómo reaccionamos ante los estímulos del entorno que nos rodea. Entender esto permite a su vez comprender los recursos con los que cuentan las personas para enfrentar el mundo en sus diferentes ámbitos de interacción. Es por ello que el alcance de esta ciencia es amplísimo, ya que abarca (entre otros) los campos clínico, social, laboral y educativo, apostando siempre por el bienestar de las personas.

La psicología clínica, por ejemplo, se centra en evaluar, diagnosticar, prevenir e intervenir terapéuticamente los padecimientos en torno a salud mental con la finalidad de restaurar el equilibrio psíquico del sujeto y mejorar la calidad de vida.

Por otro lado, la psicología social estudia la influencia en la conducta de los fenómenos, modos de organización y patrones de convivencia social, así como el comportamiento de las personas dentro del ámbito grupal y los distintos papeles que se presentan y desempeñan dentro del grupo.

Asimismo, la psicología organizacional busca crear un ambiente laboral óptimo que ayude a los empleados a alcanzar sus objetivos, resolver problemas grupales, sentirse motivados y que les proporcione las estrategias necesarias para desempeñar sus funciones de forma estratégica dentro de un buen clima laboral. En conjunto con los departamentos de recursos humanos, se encargará de hacer una buena selección del personal en relación con el perfil de la vacante. Además, atenderá la implementación de pruebas, inducciones, cursos, talleres y capacitaciones como parte de los recursos creativos con los que se cuenta para poder desarrollar al máximo las habilidades de una persona dentro de su ámbito de trabajo.

Finalmente, la psicología educativa centra su objetivo en la comprensión e intervención del comportamiento dentro de las instituciones educativas. El psicólogo educativo ayuda a los alumnos a superar las dificultades que puedan presentárseles tanto en el proceso de aprendizaje, como en el ámbito de sus relaciones con sus pares y profesores. Esto es de gran apoyo para los docentes, pues les brinda asesoramiento y refuerza sus estrategias de enseñanzas

Hoy en día nos enfrentamos a problemas que nos urgen reconsiderar el importantísimo y vital papel que desempeña la psicología como motor de asimilación, comprensión y cambio. La psicología nos ayuda a reconocer que, a pesar de las dificultades reales y las complejidades del mundo, aún hay opciones para hacerles frente. Desde su quehacer científico nos muestra nuevas formas de comprender los fenómenos actuales, siendo al mismo tiempo una práctica que nos permite entender y enfrentar nuestra subjetividad para así aprehender de la experiencia pasada, con miras a las posibilidades futuras.

Te invitamos a conocer el programa académico que ofrece la Licenciatura en Psicología de Centro Eleia.

Referencias

Lara Pulido, G. y Colín, G. (2007). Sociedad de consumo y cultura consumista. En Zygmunt Bauman. Nueva época, 20(55).

Compartir: