La importancia de la empatía, la credibilidad y la preparación de alumnas y alumnos en atención inmediata psicológica a mujeres víctimas de violencia

Por Natalia Hernández Jiménez

Cada día observo mayores empleos y servicios sociales en los que solicitan psicólogas y psicólogos en áreas de apoyo psicosocial a mujeres y niñas víctimas de violencia.  De igual manera, debido a la contingencia sanitaria por la COVID-19, he observado que se buscan más especialistas de la salud en primeros auxilios psicológicos, abuso sexual, crianza con ternura o investigación ‘sin daño’.

Me parece que dichos empleos y vacantes son un claro reflejo de las problemáticas sociales que vivimos en México millones de mujeres y niñas. En nuestro país se estima que aproximadamente diez mujeres son asesinadas a diario, en su mayoría a manos de sus parejas. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), seis de cada diez mujeres en México han sufrido algún incidente violento durante su vida, y más del cuarenta por ciento ha sido víctima de alguna agresión sexual. Bajo estas premisas, parece necesario señalar que el fenómeno de violencia y la inequidad de género es un grave problema de carácter social, el cual tiene un impacto directo en la salud pública, la economía y los derechos humanos.

A través de mis estudios, trabajo y experiencia personal, he tenido la oportunidad de observar y analizar las diferencias, injusticias y problemáticas emocionales y sociales que las mujeres vivimos diariamente. Aunado a la violencia directa hacia las mujeres, que se puede observar en las alarmantes cifras de mujeres violentadas, lastimadas e incluso asesinadas, en la cotidianidad las mujeres vivimos otros tipo de violencia estructural y cultural, la cual también repercute de manera directa en nuestras relaciones en pareja y amigas, en la percepción que tenemos de la ley y en la que tenemos de nosotras mismas. 

¿Cuál es nuestro papel como formadores de especialistas de la salud mental? ¿Qué debemos hacer como profesionales de la atención psicológica ante estos fenómenos sociales y qué ideas debemos urgentemente transmitirle a nuestro alumnado?

Ahora más que nunca debemos inculcar a nuestro alumnado la empatía, la atenta escucha y especialmente la credibilidad de los eventos que narran mujeres y niñas víctimas de violencia. No podemos dudar sobre los hechos que les suceden a millones de mujeres y niñas en el país. Ahora más que nunca debemos ser aliados de las víctimas y dar voz a estas injusticias para fomentar la justicia y las políticas públicas incluyentes.

Una de las implementaciones puntuales que podemos hacer como docentes es comenzar a realizar psicología con perspectiva de género. Me refiero a que debemos entender que las variables de clase social, etnia y género determinarán cómo las personas viven el mundo y por ende las problemáticas reales que enfrentan. Desafortunadamente, una mujer afrodescendiente o indígena no tendrá las mismas oportunidades escolares y laborales que una mujer blanca simplemente por su condición étnica. Muchas mujeres no tienen acceso a la educación, a la salud y a decidir por ellas mismas. Por lo tanto, debemos fomentar que nuestro alumnado entienda estas problemáticas y que el mundo es diferente para todas y todos. Con la perspectiva de género, el alumnado logrará también entender que más allá de decisiones personales e individuales existe violencia estructural y que esta juega un papel crucial en las relaciones de las personas en todos los niveles.

 

Segundo, las y los docentes debemos actualizarnos sobre fenómenos sociales actuales en el país y conocer los lugares que podrían ser nuestros aliados para trabajar. Como psicólogos y psicólogas podemos realizar vínculos o simplemente conocer albergues, centros de atención especializada, centros de atención inmediata y centros de justicia para la atención de mujeres y niñas víctimas de violencia. Asimismo, debemos fomentar que nuestras alumnas hablen de estos temas en clase sin prejuicios y, en caso de solicitar ayuda, ofrecer escucha y atención inmediata. En otras palabras, debemos crear un espacio de apertura total para nuestras alumnas.

Tercero, debemos fomentar la lectura de literatura nueva y actualizada y empezar a ver las problemáticas sociales y nuestros propios sesgos como docentes. Existen estudios que comprueban que hay una tendencia de psiquiatras y psicólogos clínicos a patologizar y problematizar mucho más a mujeres afroamericanas y latinas en Estados Unidos en comparación con mujeres blancas (Rosseau, 2009).  Si analizamos este fenómeno desde un punto de vista social, me parece que es resultado de la violencia estructural y cultural que vivimos.

Cuando una mujer o niña llega a un espacio de ayuda por causa de violencia de género y su estado emocional está alterado, cualquier personal de primer contacto debe tener los conocimientos básicos para realizar una contención e intervención en crisis. Esta intervención solo está indicada en la etapa inicial y su objetivo fundamental es restablecer la capacidad de cualquier víctima de violencia para afrontar la situación en la que se encuentra y poder reordenar y reorganizar su mundo social y emocional destruido.

Para ello es necesario que los primeros respondientes estén sensibilizados respecto de las cuestiones de género, amén de que su labor esté guiada por la atenta escucha y credibilidad de las víctimas. Esto no solo incidirá de manera directa sobre la víctima, sino que afectará de manera general en la concientización de una situación problemática, ya que la violencia contra las mujeres es una forma de discriminación y una violación de los derechos humanos que causa sufrimiento, dolor y miedo entre las mismas, lo que deriva en prejuicios en las familias durante generaciones, empobreciendo a las comunidades y reforzando otras formas de violencia en las sociedades.

Referencias

Heise, L., Pitanguy, J., German, A. (1994). Violencia contra la mujer: la carga oculta sobre la salud. Programa Mujer, Salud y Desarrollo. Washington: Organización Panamericana de la Salud.

Rousseau, N. (2009). Pathologizing the Black Woman. En Black Woman’s Burden. Nueva York: Palgrave Macmillan. 

Xantomila, J. (2020, 5 marzo). ONU: Feminicidios en México crecieron diariamente de 7 a 10 en tres años [en línea]. La Jornada. Recuperado el 2 de septiembre de 2020 de https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/03/05/onu-feminicidios-en-mexico-crecieron-de-7-a-10-diarios-en-tres-anos-8647.html

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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