Historia de la psicología: la perspectiva cognitiva
La segunda parada en el recorrido histórico de las perspectivas psicológicas del siglo XX es la cognitiva. A pesar de que la perspectiva conductista era popular, otras corrientes de la psicología estaban germinando.
Aunque los primeros psicólogos, entre ellos Wilhelm Wundt y William James, se habían hecho preguntas sobre la mente humana y su funcionamiento, realmente no abordaban con frecuencia temas sobre las actividades mentales o la cognición de los humanos; al contrario, había mucha precaución alrededor de estos asuntos. Sin embargo, la aparición de las ciencias de la computación cambió esta situación. Si se podía estudiar cómo se programan las máquinas para procesar información, quizá se podría hacer lo mismo con las personas. Los avances tecnológicos tuvieron una gran influencia en la perspectiva cognitiva de la psicología, pero no fueron los únicos. La lingüística fue otro campo de estudio que contribuyó de manera importante al estudio del aprendizaje.
De acuerdo con Linda Davidoff (1989), el cambio más significativo de la psicología hacia una perspectiva cognitiva surgió en los años setenta. En esa década, muchos psicólogos rechazaron la propuesta “estímulo-respuesta” de los conductistas, mientras insistían en que el interior de una persona era relevante y se tenía que encontrar una manera para estudiar esa “caja negra”. A pesar de que los psicólogos cognitivos no rechazaron por completo las ideas del conductismo, se centraron en la investigación de los mecanismos del procesamiento de la información en la mente humana.
La perspectiva cognitiva de la psicología se define como el estudio científico del proceso de la información, en específico, los estudios que se centran en el almacenamiento, la recuperación y la utilización de la información, más que en los mecanismos neurofisiológicos mediante los cuales se llevan a cabo estas funciones (Estes, 2014, pp. 1-2). En otras palabras, esta perspectiva examina principalmente la percepción, la memoria, el lenguaje y el aprendizaje. Los psicólogos conductistas sostienen que estas funciones mentales y cognitivas tienen un impacto directo en el comportamiento humano y en la forma en la que el cerebro interpreta y organiza la información que capta a través de su entorno. Las premisas principales de esta perspectiva psicológica son tres:
- Los psicólogos deben enfocarse en estudiar los procesos, estructuras y funciones mentales. La mente le da a nuestra conducta su sabor distintivamente humano.
- La psicología debe dirigirse hacia el conocimiento y las aplicaciones prácticas. (Si, por ejemplo, comprendemos más sobre la memoria, podremos enseñar mejor.)
- La autoobservación, o introspección, y los auto informes son útiles; sin embargo, hay una preferencia por los métodos objetivos. (Davidoff, 1989, p. 14).
La perspectiva cognitiva marcó un giro fundamental en la historia de la psicología al centrar la atención en los procesos mentales y abrió nuevas posibilidades para comprender ciertos aspectos del cerebro humano. Los psicólogos cognitivos han logrado explicar la conducta humana a partir de lo que ocurre en la mente, creando un puente entre el mundo interno y el comportamiento externo.
Bibliografía:
Davidoff, L. L. (1989). Introducción a la psicología. McGraw-Hill.
Estes, W.K. (2014). Handbook of Learning and Cognitive Processes (Volume 1): Introduction to Concepts and Issues. Psychology Press.