El debate actual sobre la marihuana: ¿una droga inocua?

Miguel Eduardo Torres Contreras

“Mota”, “toque”, “churro”, “marijuana”, “Mari”, “Juanita”, “Mary Jane”, “hierba”, “moy”, “pasto”, “orégano”, “weed”, etc., son algunos nombres populares de la marihuana. La acción de fumar marihuana también suele denominarse de muchas maneras: “atizar”, “darse un toque”, “darse las tres”, “jale”, “tripazo”, “grifear”, “quemar hierba”, “quemarle las patas al chamuco”, “refinar”, “tatemárselas”, “tronárselas”, “vacilar”… Al que consume marihuana, sea o no dependiente de esta droga, se le llama “pacheco”, “marihuana”, “tizo”, “vicioso”, “motorolo”, etc. Se podría hacer todo un glosario de términos utilizados en México −y en el mundo− para designar a la marihuana, al acto de consumirla y a quien la consume.

La discusión sobre esta droga recientemente se colocó en la agenda pública de México debido a múltiples razones: sus efectos terapéuticos, la legalización con fines recreativos, su inocuidad, las modificaciones genéticas para potenciar sus efectos psicoactivos, etc. Las posturas abarcan un gran espectro, desde aquellos que la consideran un mal en sí mismo, una de las causas principales de la violencia en nuestro país, hasta quienes afirman que es inocua, que no provoca ningún daño, que favorece la creatividad y “además, es verde y el verde es vida”. La falta de conocimiento científico, de una comprensión amplia y profunda que incluya las diferentes aristas de un fenómeno tan complejo, es lo que caracteriza ambas opiniones extremas.

Es preciso echar mano de las investigaciones interdisciplinarias más recientes para abordar adecuadamente el tema sobre el consumo de sustancias psicoactivas y las adicciones, empezando por lo básico: la distinción entre la planta, los productos elaborados con la misma y las sustancias químicas que producen efectos psicoactivos. Asimismo, es importante destacar los últimos descubrimientos científicos (como la existencia de un sistema endocannabinoide en el cuerpo humano).

  1. La planta. El nombre de la planta milenaria de la que se obtiene la marihuana es cannabis sativa, originaria de Asia central. Inicialmente se empleó con diversos propósitos (medicinales, textiles, religiosos y recreativos). Se han encontrado restos de fibra de cáñamo con 6000 años de antigüedad y ropa hecha con esta fibra que se remonta hasta 5000 años atrás. Hace 4000 años se registró por primera vez su uso medicinal en la farmacopea del emperador chino Shen Nung, donde se la recomendaba para el dolor, el resfriado y los trastornos menstruales. Un par de datos curiosos: la primera biblia se imprimió sobre papel de cáñamo y las velas de las embarcaciones en las que Cristóbal Colón arribó a América estaban hechas con esta planta.

Existen dos versiones sobre cómo llegó a nuestro continente: una sostiene que fueron los españoles quienes la trajeron para elaborar textiles; otra afirma que fueron los esclavos africanos de Angola, quienes la usaban con fines religiosos en Brasil. Actualmente se tienen identificadas 11 especies de cannabis y varias subespecies. La planta contiene más de 400 productos químicos (flavonoides, terpenos, polifenoles, etc.) y más de 60 cannabinoides. Esta complejidad en su composición es lo que ha llevado a realizar investigaciones sobre el uso terapéutico de la cannabis en los últimos años.

  1. Los cannabinoides y el Δ9−THC. De los cannabinoides que contiene la planta, uno es el más abundante y de mayor potencia psicoactiva: delta-9-tetrahidrocannabidol (Δ9−THC). Otros cannabinoides también son psicoactivos, pero en menor medida. Desde el punto de vista bioquímico, el principal responsable de los efectos psicoactivos en quien consume marihuana es el cannabinoide Δ9−THC.
  1. La marihuana. Es un producto elaborado a partir de las flores, hojas y tallos pequeños de la cannabis. La concentración de Δ9−THC en la marihuana depende de la especie de cannabis, el tiempo de cultivo, la luz que recibe, etc. La evidencia científica reciente nos muestra que la concentración de Δ9−THC en un cigarro de marihuana actual es el doble del que tenía un churro hace 30 años. Por ello, un consumidor actual de marihuana tiene mayor riesgo de intoxicarse que un usuario de hace tres décadas. Existen otros dos productos derivados de la planta: el hachís y el aceite de cannabis.
  1. El sistema endocannabinoide o Sistema Cannabinoide Endógeno (SCE). En los años noventa se descubrió que el ser humano produce de forma natural cannabinoides y que en la membrana celular de diversos órganos contamos con receptores para dichas sustancias. Este sistema endocannabinoide juega un papel importante durante los períodos críticos del desarrollo de la corteza cerebral y en diversos procesos fisiológicos del sistema nervioso central, del sistema inmune, de algunos sistemas hormonales, del sistema reproductor (masculino y femenino), del sistema cardiovascular y en el balance energético del organismo. Todas estas implicaciones han generado un gran interés científico sobre las posibles propiedades terapéuticas de la cannabis.

Ahora bien, la pregunta “¿es dañino el consumo de marihuana o se trata de una droga inocua?” está planteada como una falsa disyuntiva, ya que reduce la cuestión a una valoración de “bueno o malo”, “dañino o inocuo” y, además, centra la atención en uno de los productos de la planta −la marihuana− sin considerar muchos otros factores implicados en su consumo.

Algunos afirman que el consumo de marihuana no produce ningún daño. Si bien toman como base información cierta, no obstante, lo hacen de forma parcial. Por ejemplo: según estudios recientes el 9-10 % de los consumidores de marihuana desarrollan una adicción, mientras que el 15% de los que consumen alcohol se vuelven alcohólicos o el 32% de los que consumen tabaco crean una dependencia. También argumentan que no existen muertes por sobredosis de marihuana, lo cual es verdad, y contrastan este dato con las muertes por sobredosis de alcohol, una droga legal. El uso médico de ciertos cannabinoides de la planta en ciertos pacientes que no responden a los fármacos convencionales es otro argumento más. Tal sería el célebre caso de Grace, una niña mexicana de 9 años que padece del síndrome de Lennox-Gastaut, por el cual sufre constantemente de convulsiones. En 2015, los padres de Grace obtuvieron un amparo que les permitió importar un fármaco a base de cannabidiol para el tratamiento de su hija y el Congreso mexicano aprobó el uso medicinal y con fines de investigación de la cannabis el 28 de abril de 2017.

Otras personas advierten que la marihuana es una droga dañina y, de forma similar al grupo anterior, utilizan información veraz pero de manera parcial. Argumentan que el consumo de marihuana entre estudiantes de secundaria y bachillerato incrementó en años recientes; que de 1994 a 2011 la marihuana ha pasado del cuarto al segundo lugar como droga de impacto en México, es decir, que su consumo se asocia a determinados daños; también señalan que, a diferencia de lo que se decía hasta hace poco tiempo, la investigación actual demuestra que sí existe síndrome de abstinencia en sujetos dependientes de marihuana; y que hay evidencia de alteraciones en las funciones cognitivas (atención, memoria, entre otras) en usuarios crónicos, especialmente aquellos que iniciaron el consumo durante la adolescencia.

Como se puede notar, cada postura toma cierta información y la presenta como una verdad definitiva. Es necesario sustraerse a esta falsa disyuntiva para ampliar la comprensión de los factores biológicos, psíquicos, sociales, económicos, legales, culturales que están implicados en el consumo y la dependencia a las sustancias.

En el diplomado Trastornos de la alimentación y adicciones abordaremos este complejo fenómeno desde múltiples perspectivas con especialistas en los distintos campos del conocimiento. El objetivo es que los participantes obtengan una visión amplia, profunda y actualizada sobre los temas mencionados.

Referencias

  • Asociación Americana de Psiquiatría. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), 5ª Ed. Arlington, VA: Asociación Americana de Psiquiatría.
  • De la Fuente, J. R. y cols. (2015). Marihuana y salud. México: FCE.
  • Peyraube, R. y Bouso, J. C. (2015). ¿Marihuana como medicina? México: MUCD.
  • (2015). ¿Qué son los cannabinoides sintéticos? Obtenido el 6 de diciembre de 2017 del National Institute on Drug Abuse:

https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/los-cannabinoides-sinteticos

https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/la-marihuana-como-medicina

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