¿Cuáles son algunas características que definen la psicoterapia de apoyo?

Por Cristóbal Barud

 

La multiplicidad de entornos para emplear la comprensión psicoanalítica, aunado a los retos y obstáculos para ello, ha favorecido la creación de diversos abordajes que se diferencian del psicoanálisis denominado clásico. Las condiciones de estabilidad del encuadre, la frecuencia de las sesiones y la profundidad del análisis de la transferencia han dado paso a diversas aproximaciones terapéuticas fundadas en la teoría psicoanalítica. Al mismo tiempo, éstas divergen en cuanto a sus metas, ambientes de aplicación, profundidad y frecuencia. Hoy nos encontramos en medio de una diversificación y polifonía de mecanismos de acción.

            La delimitación de la psicoterapia psicoanalítica y el psicoanálisis es una controversia actual. La primera se ha ramificado en abordajes denominados focalizados y de tiempo limitado, antes agrupados bajo el campo de las psicoterapias breves. Su particularidad reside en la concentración del trabajo en aspectos más puntuales de la vida presente de un paciente. Su acotación temporal en cuanto a la menor frecuencia de sesiones le confiere un carácter más realista y menos intenso al vínculo transferencial, el cual se emplea a favor de la exploración con el paciente.

            En medio del nutrido campo de las psicoterapias, existe también la psicoterapia de apoyo orientada psicoanalíticamente. Sus fines son distintos al esclarecimiento empleado en la práctica del psicoanálisis y la psicoterapia psicoanalítica, aunque la comprensión y evolución de la relación terapéutica se nutre de la teoría psicoanalítica y de sus conceptos técnicos: transferencia, resistencia, angustia y defensas, que continúan siendo la carta de navegación de las complejidades de la relación terapéutica. Las intervenciones indudablemente son distintas, puesto que sus objetivos no son el esclarecimiento de situaciones inconscientes, sino el sostén y la contención, las cuales pueden tomar diversas formas. Esta aproximación tiene pertinencia en diversos entornos en los que la aplicación del método psicoanalítico puede ser complicada en función de limitantes temporales, espaciales o de funcionamiento del paciente.

            Desde fuera del campo de trabajo, la idea de apoyo puede parecer sencilla; no habría más que ser empático y bondadoso para ayudar a un paciente. Si bien esto es parcialmente cierto y, en ese sentido, todos hemos hecho aproximaciones de apoyo de forma intuitiva, el entrenamiento psicoanalítico y la teoría de la técnica permiten afinar la noción de apoyo, considerando la estructura de personalidad del paciente y las angustias o conflictos por los cuales consulta. En términos técnicos, quienes hablan de apoyo, lo hacen resaltando la finalidad de reforzar las funciones del yo (como el juicio de realidad, el pensamiento, etc.), en estrecha relación con las posibilidades y debilidades del paciente en determinado momento. De este modo, la eficacia y la pertinencia de una intervención de apoyo no sólo se diferencia por la intencionalidad del terapeuta, sino también por la forma en que se espera que ésta sea recibida. No será igual el sentido del apoyo ofrecido a un adolescente con problemas familiares que también se enfrenta al fin de cursos que aquellas intervenciones ofrecidas a pacientes hospitalizados con un pronóstico reservado. La elección de palabras, la disposición y el modo para hablar de la experiencia y fortalecer las llamadas funciones del yo será medular en estos casos y distinguirá un buen apoyo de uno ineficaz.

            En ese sentido, a veces las terapias de apoyo suelen reputar ciertas defensas del paciente, como idealizaciones o estructuras del carácter que, en vista del momento presente, pueden resultar benéficas para atravesar el momento adverso. En un análisis o una psicoterapia psicoanalítica, dichas defensas posiblemente serían abordadas como parte del análisis del carácter y, eventualmente, serían puestas en cuestión.

            En la actualidad, como hace unas décadas, continúa el debate y el diálogo en torno a los resultados esperados a través de la terapia de apoyo, el psicoanálisis y la psicoterapia psicoanalítica. Freud vaticinó el surgimiento de diversas orientaciones terapéuticas surgidas del psicoanálisis en función de la variabilidad de circunstancias sociales, económicas y temporales. En el curso “Perspectivas psicoanalíticas en psicoterapia de apoyo e intervención en crisis” abordaremos esta interesante controversia técnica y conversaremos con expertos nacionales e internacionales en el campo.

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