Aborto espontáneo. ¿Cómo curar las heridas?

La pérdida de un hijo durante el embarazo, es una de las experiencias más traumáticas que una persona puede imaginar; no obstante, la sociedad suele reaccionar con indiferencia.

Aborto espontáneo

La pérdida perinatal es una situación bastante común: se estima que entre el 10% y 20% de los embarazos identificados terminan en aborto espontáneo.

El aborto espontáneo se define como la interrupción no intencional de un embarazo dentro de las primeras 20 semanas de gestación.

El 1% de los embarazos se pierde debido a una muerte fetal que ocurre después de 20 semanas.

Dichas pérdidas, aunque comunes, suelen ser invisibles.

Un gran número de abortos espontáneos ocurren durante la fase temprana del embarazo, antes de que la mujer haya dado aviso a amigos o familiares de que tendrá un bebé.

Aun cuando los seres queridos llegan a enterarse del embarazo, muchas veces no logran reconocer la profundidad de la pérdida.

“Con frecuencia se trata de una experiencia profunda que la sociedad no ve como tal y, en muchos casos, se considera un tema tabú”,

comenta la Dra. Rayna Markin, psicóloga y profesora asociada de la Universidad de Villanova, quien se especializa en la pérdida del embarazo y la salud mental materna.

Sentimientos post- aborto espontáneo

La Dra. Markin explica que, después de perder el embarazo, las mujeres tienden a experimentar angustia y desesperación, así como sentimientos de culpa e incompetencia: “una paciente llegó a decirme que sentía que como si caminara sobre un panal de abejas: todo la lastimaba”, recuerda.

Cerca de una cuarta parte de las mujeres que sufren pérdida del embarazo tienen problemas para ajustarse posteriormente.

Algunos estudios sugieren que en hasta el 30% de las pérdidas del embarazo surgen reacciones emocionales significativas y 1 de cada 10 mujeres muestra signos de un trastorno diagnosticable —ansiedad, depresión o trastorno por estrés postraumático— al vivir una pérdida reproductiva.

Debido a las respuestas emocionales tan fuertes, Markin menciona que “una pensaría que contamos con cientos de estudios psicoterapéuticos sobre cómo ayudar a los padres en duelo, pero no es así”.

Y agrega: “en la sociedad nos educan para volvernos indiferentes ante la pérdida y evitar reconocerla como legítima; no contamos siquiera con el lenguaje para hablar al respecto con nuestros pacientes”.

Expectativas no alcanzadas

Cuando ofrecemos terapia a pacientes que han pasado por la pérdida de un embarazo, las herramientas psicoterapéuticas que comúnmente se utilizan para tratar el duelo pueden ser de gran ayuda; sin embargo, este duelo es único en muchos sentidos.

Una de las diferencias mas evidentes es que la pérdida del embarazo se trata de una pérdida del futuro y no del pasado, explica la Dra. Janet Jaffe, psicóloga clínica y cofundadora del Centro para la Psicología Reproductiva en San Diego, California.

“Por más doloroso que pueda ser perder a un ser querido, tenemos los recuerdos de esa persona; podemos mirar sus fotos y compartir anécdotas”, dice. “Con la pérdida del embarazo, sólo queda lo que tienes en la imaginación. La historia que creaste en tu mente sobre ese futuro hijo se desvanece”.

Desde el inicio, los padres, y sobre todo la mujer embarazada, suelen sentir que tienen un vínculo con el feto en desarrollo.

No obstante, no hay forma aceptada de marcar esa pérdida: pocas veces se organiza un funeral o ceremonia.

De hecho, tanto los amigos como los familiares y los profesionales de la salud con frecuencia esperan que la persona supere la pérdida lo más pronto posible.

Reescribir la historia

Para ayudar a clientes que atraviesan este duelo, la Dra. Jaffe junto con los cofundadores del Centro para la Psicología Reproductiva, los doctores Marta Diamond y David Diamond, promueven una técnica a la que llaman “historia reproductiva”: “todos crecemos con nuestra propia idea sobre cómo ser padres, ya sea que decidamos seguir el camino de la paternidad o no”, explica el Dr. David Diamond.

“Tenemos una historia reproductiva, ya sea consciente o inconsciente, y cuando algo sale mal con ese conjunto de expectativas, ideas y sueños, podemos sentir que hemos perdido más que un feto o un bebé: perdemos una parte de nuestro ser”.

La Dra. Jaffe detalla cómo utiliza el concepto de historia reproductiva para apoyar a clientes que pasan por el proceso de una pérdida del embarazo.

Historia reproductiva

Una vez que el paciente descubre que sus creencias tan profundas sobre la paternidad se vieron interrumpidas, entonces podrá empezar a entender que sus sentimientos son normales y dejará de culparse a sí mismo por lo que ve como un fracaso.

Este modelo también puede ayudar a que las personas vuelvan a dar un paso hacia la paternidad después de la pérdida del embarazo.

Un error frecuente es asumir que volverse a embarazar podrá acallar el dolor emocional de la pérdida anterior; pero, no siempre es tan sencillo.

Por el contrario, diversos estudios han mostrado que las mujeres que experimentan aborto espontáneo o muerte fetal tienen índices más altos de ansiedad y depresión durante el siguiente embarazo.

Investigaciones

La mayoría de estas investigaciones datan de los años ochenta y noventa, pero un estudio más reciente sugiere que, para algunas mujeres, dichas emociones persisten durante el siguiente embarazo, e incluso mucho después, sobre todo si han experimentado múltiples pérdidas perinatales.

La Dra. Emma Robertson Blackmore del Centro Médico de la Universidad de Rochester y sus colegas estudiaron a más de 13 mil mujeres en Inglaterra.

De ellas, el 21% reportó haber sufrido aborto espontáneo o muerte fetal previamente.

En busca de un equilibrio

Aunque la gran mayoría de la discusión alrededor de la pérdida del embarazo se concentra en la mujer, los hombres también pueden sentirse afligidos.

En una revisión de investigaciones sobre la experiencia de los hombres tras un aborto espontáneo, la Dra. Martha Rinehart, en aquel momento investigadora del Colegio de Nueva Jersey, encontró que los hombres experimentan un duelo en medidas similares a las mujeres y presentan una gama de emociones que incluye sentimiento de pérdida, tristeza, enojo y aislamiento.

Aun así, los estudios sugieren que, comparado con las mujeres, es menos probable que los hombres hagan luto abiertamente e incluso pueden sentir la necesidad de ocultar sus propios sentimientos para aparentar fortaleza frente a sus parejas.

Los estilos de afrontamiento tan diferentes de los hombres y las mujeres pueden generar conflictos en la relación afectiva después de la pérdida del embarazo.

Al realizar terapia de pareja, es útil mostrar a las mujeres que la pérdida afecta a ambas personas, aunque de manera distinta.

Ese aspecto, por sí solo, puede disminuir los conflictos entre ambas personas de manera significativa.

Una llamada a tomar acción

Los psicólogos que trabajan en el campo de la pérdida reproductiva subrayan que aún existen muchas preguntas sin respuesta sobre la psicoterapia para pacientes en estas circunstancias; entre ellas:

  • ¿Qué intervenciones funcionan mejor para el tratamiento del duelo después de la pérdida?
  • ¿Cómo ayudar de la mejor manera posible a las parejas que se enfrentan a un conflicto?
  • ¿Cómo minimizar el riesgo de ansiedad, depresión y posibles problemas de apego en embarazos futuros?

Conclusión

Los psicólogos interesados en aprender más sobre las aproximaciones terapéuticas con este tipo de pacientes pueden aprovechar los recursos de fuentes como:

  • Grupo Profesional de Salud Mental de la Sociedad Estadounidense para la Tecnología de Reproducción Asistida
  • RESOLVE: la Asociación Nacional de Infertilidad de los Estados Unidos.

La Dra. Markin también invita a los psicoterapeutas a considerar preguntar a sus clientes durante la evaluación terapéutica inicial sobre pérdidas reproductivas previas. Independientemente de la razón que los haya llevado al consultorio.

Tomar conciencia sobre los problemas médicos, relacionales y psicológicos que existen en torno al aborto espontáneo podría ayudar a que los psicoterapeutas aborden estos temas de una forma más sensible y empática.

Resumen y traducción: Natalia Equihua

Artículo original: “Healing the Wounds of Pregnancy Loss” por Kirsten Weir para Monitor on Psychology.

Compartir: