La identidad femenina en las novelas africanas: la importancia del yo en Ekomo, de María Nsue
Por Blanca Herrmann
La autora María Nsue suele ser desconocida en América Latina. Nació en 1945 en el único país africano cuya lengua oficial es el español: Guinea Ecuatorial. Colonizado en el siglo XIX por parte de España e independizado en 1969, este país entró en una dictadura que prohibió el uso del español y las producciones culturales escritas en ese idioma, lo que propició una inmersión del país en una etapa de silencio forzoso. Luego de 1979, cuando se derrocó esta dictadura, comenzaron a surgir las voces que habían callado durante la dictadura. A esto se le unió el advenimiento de las voces femeninas autorales.
Es importante mencionar el caso la novela Ekomo (1985), escrita por la ya mencionada Nsue, quien se consagró con esta novela como la primera mujer en publicar una novela en Guinea Ecuatorial después de los años del silencio. La novela está ambientada en la Guinea rural, en un espacio nunca especificado, y relata la vida de la bailarina Nnanga desde su infancia hasta su matrimonio con Ekomo. La historia engloba también el viaje físico e ideológico de ambos en busca de una cura para la enfermedad de Ekomo, quien, tras regresar de un viaje, contrae una enfermedad, lo que resulta en una pierna gangrenada. Sin embargo, la muerte del hombre, después de visitar tanto a curanderos bantús como curanderos blancos (en referencia a los médicos españoles), obliga a la protagonista a enfrentar tanto el duelo como los estándares patriarcales de una sociedad que transita hacia la industrialización y cambios en las tradiciones y paisajes fang. Por ejemplo, como viuda, Nnanga tiene prohibido tocar el cuerpo de su esposo. Sin embargo, al desobedecer esta regla, la protagonista es excluida de su comunidad y abandonada a su suerte a pesar de enfermarse debido a esto, lo que resulta en su muerte solitaria. El viaje de Nnanga constituye un umbral entre pasado y presente, cuestionando los roles de género y su evolución hacia la posible apertura a la emancipación de las mujeres de la etnia a la que pertenece la protagonista.
Un aspecto fundamental de esta novela es la narración homodiegética, es decir, desde el yo. Gracias a Nnanga conocemos las prácticas


