La caja de juegos en el tratamiento con niños

Por Elena Montes de Oca

El psicoanálisis fue un método creado por Sigmund Freud para tratar adultos, analizando sus deseos inconscientes reprimidos. Aunque el inconsciente de un niño no es esencialmente distinto al de un adulto, las técnicas para explorarlo, el tipo de problemáticas que presentan los pequeños pacientes y la forma en que el conflicto se expresa sí lo son. Quienes se adentraron en el tratamiento de niños no tardaron en darse cuenta que las reglas utilizadas con los adultos no podían ser simplemente trasladadas a los pequeños, sino que era necesario desarrollar una técnica particular con las modificaciones pertinentes.

Habiéndose planteado la posibilidad de realizar psicoanálisis con niños, Melanie Klein en Berlín y Anna Freud en Viena, comenzaron a sistematizar una técnica particular para analizar a los pequeños, cada una a partir de su experiencia profesional, las teorías que subyacían su pensamiento y su manera de entender la vida mental.

Melanie Klein desarrolló una técnica específica que denominó “Técnica del juego”, un original método que partía de la premisa de que el juego, como los sueños o la asociación libre del adulto, son manifestaciones de las fantasías inconscientes de los niños, el cual se adecúa a sus posibilidades de expresión. A medida que especificó su novedosa técnica, la autora propuso el uso de un cajón o caja que contuviera el material que el niño podía utilizar y que fuera solamente para él. Klein lo utilizó por primera vez en 1923, cuando analizaba a una niña de siete años que se mostraba silenciosa y retraída en las sesiones; la psicoanalista salió un momento de la habitación y regresó con una caja que contenía juguetes de sus propios hijos, los cuales generaron de inmediato el interés de la pequeña, quien empezó a jugar con ellos, permitiéndole a Klein entender y explicarle lo que su juego expresaba. La autora desarrolló un método estricto que consistía en observar y, de ser necesario, intervenir en el juego del niño, ofreciendo interpretaciones exclusivamente de los aspectos inconscientes y absteniéndose de realizar intervenciones que tuvieran una intención pedagógica detrás. Al hacer su trabajo interpretativo, la analista utilizaba el lenguaje usual de los niños, un lenguaje que ellos podían comprender, para hablarles de manera explícita y honesta, acerca de la sexualidad, el cuerpo, las relaciones amorosas y la agresión.

A partir de entonces, Klein comenzó a trabajar otorgando a cada niño al principio de su tratamiento un cajón individual, el cual, además de ser fundamental para la expresión de todo tipo de fantasías inconscientes, permitía representar la relación privada e íntima entre paciente y analista, donde únicamente ellos conocen su contenido y tienen acceso a él. Por esta razón la caja debe entregarse cerrada al inicio de cada sesión y debe guardarse con todo su contenido dentro al final de ésta.

De acuerdo con Klein, el material que se coloque en la caja individual debe servir para facilitar la expresión de fantasías y conflictos inconscientes; por lo tanto, los juguetes deben ser lo más neutrales posibles, sin caracterización ni personajes muy definidos, ya que los juguetes saturados de significado suelen impedir la proyección de fantasías en ellos. Resulta útil tener juguetes pequeños de figuras humanas de ambos sexos, así como animales de plástico o títeres, con los que se puedan formar familias. Conviene tener a disposición del niño material para dibujar, recortar y pegar, plastilina, pedazos de tela y material con el que pueda construir, así como pegamento o cinta adhesiva, que permita reparar los objetos.

El cajón individual irá cobrando una gran importancia para el niño; resulta tan significativo el uso que el niño haga de su caja como el hecho de que no la utilice, lo cual puede relacionarse con desconfianza o con una inhibición para jugar. Los significados que adquiera la caja son distintos en cada paciente y, con ayuda del analista, podrán explorarse y entenderse.

La caja de juegos continúa ocupando un lugar fundamental dentro del trabajo analítico con niños. Quienes lo utilizan, sabrán que permite a los niños desplegar su mundo interno, expresando las más variadas fantasías en un contexto donde pueden ser comprendidas.

Referencias

– Aberastury, A. (1962). Teoría y técnica del psicoanálisis de niños. Buenos Aires, Paidós.

– Klein, M. (1927). “Simposio sobre análisis infantil”. En, Obras completas. El psicoanálisis de niños, tomo 2. Buenos Aires: Paidós-Hormé.

– Klein, M. (1955). “La técnica psicoanalítica del juego: su historia y su significado”. En, Obras completas. Envidia y gratitud y otros trabajos, tomo 3. Barcelona: Paidós.

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