Psicoterapia de grupo

Por Julia Mateospayró

Durante los años cuarenta y cincuenta, tras la Segunda Guerra Mundial, surgió la terapia de grupo como respuesta a las necesidades psicológicas de los soldados que participaron en los enfrentamientos bélicos. Este método de intervención terapéutica consiste en la reunión de dos o más personas con uno o dos psicoterapeutas a cargo de su conducción. Su meta principal es que los integrantes hablen, reflexionen, se identifiquen con sus compañeros y mejoren su potencial personal a partir del diálogo, las discusiones y el compartir experiencias.

Al ser un tipo de tratamiento que puede atender a varios pacientes simultáneamente, suele emplearse en ambientes hospitalarios con muy buenos resultados. Por ejemplo, se armaron grupos terapéuticos en los albergues o en las clínicas de salud mental localizadas cerca de las zonas devastadas de la Ciudad de México por el sismo del pasado 19 de septiembre. Cientos de vidas e inmuebles se perdieron a causa del terremoto y miles de habitantes en la ciudad requirieron servicios de salud mental, pues presentaban síntomas como: ansiedad, pánico, estrés, crisis nerviosas, agotamiento, angustia, pesadillas, insomnio, depresión, irritabilidad, dolores físicos e imágenes recurrentes de lo acontecido.

La terapia grupal brinda apoyo a quienes enfrentan cambios o crisis vitales, por ejemplo, la pérdida de la salud, el trabajo, conflictos con los hijos y con la pareja, entre muchos temas más. Un conjunto de personas con el mismo conflicto se reúnen para hacerle frente con ayuda del sostén que reciben de los demás miembros, poniendo en palabras sus emociones y pensamientos. Al igual que un proceso clínico individual, este tipo de terapia ayuda a sus integrantes a mejorar sus habilidades, a generar insight sobre sus problemas y a reflexionar sobre sus relaciones con los demás. Los participantes hablan sobre lo que les perturba, su respuesta ante ciertos acontecimientos y las consecuencias de esas reacciones, tanto positivas o negativas. Un experto observa la manera de responder del grupo, si confirman, apoyan, critican o si simplemente se limitan a compartir lo que evocó en ellos la vivencia emocional de su compañero. El terapeuta ‒u otro miembro‒ modera los temas de debate.

Esta experiencia le brinda a los pacientes la sensación de no estar solos con sus problemas, les permite observar que hay otros que sienten lo mismo. El grupo es fuente de apoyo y fortaleza en momentos cruciales. Sin embargo, no se trata únicamente de compartir, sino que su eficacia se basa en que los participantes puedan conferirle un significado a sus propias experiencias a través de los relatos de otros que lidian con conflictos similares. Se le da la oportunidad a cada miembro de tener un rol en el tratamiento de otro con diferentes puntos de vista. El mundo interno de cada integrante cobra vida en las relaciones dentro de un grupo. Por lo tanto, es posible observar cómo funcionan los procesos proyectivos e introyectivos en la dinámica grupal y la meta consiste en la modificación de las emociones que rigen las relaciones de cada integrante. El objetivo es mejorar comprensión del mundo, de sí mismos y, por ende, de su forma de establecer vínculos con los demás.

La terapia de grupo puede ser de tres tipos: de apoyo, reeducativa o reconstructiva. La terapia grupal con orientación psicoanalítica cae en la categoría de terapia reconstructiva. Se distingue de las demás porque el terapeuta le habla al grupo como si se tratase de una sola mente, de una unidad psíquica, tratando de encontrar las ideas y pensamientos inconscientes en el grupo, sin dejar de lado la comprensión de las relaciones que se establecen entre los participantes del grupo y con el terapeuta. A partir del conocimiento de sí mismos y de su forma de interactuar con los demás, se pretende favorecer el cambio en la conducta y en el modo de vincularse en la vida cotidiana.

Actualmente la terapia de apoyo grupal tiene gran auge. Se emplea para situaciones de toda índole: víctimas de alguna emergencia, pacientes con enfermedades terminales, familiares de alcohólicos, niños con leucemia, personas con trastornos alimenticios (obesidad, bulimia o anorexia) o en situaciones de crisis

Referencias

  • Arbiser, S. (2015). Grupo Interno. Psiquis y cultura. Buenos Aires: Biebel.
  • Beaumont, C. (2011). The groups book: psychoanalytic group therapy: principles and practice. Journal of Child Psychotherapy, 37(2):216-218.
  • González Núñez, J. J. (1999). Psicoterapia de grupos. México: El Manual Moderno.
  • Nash, D. (2011). The groups book. Psychoanalytic group therapy, principles and practice including the groups manual. A treatment manual with clinical vignettes/Difficult topics in group psychotherapy: My journey from shame to courage. Psychoanalytic Psychotherapy, 25(4):385-389.
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