Sobre la sexualidad femenina

Estamos a pocos días de dar inicio a las Jornadas 2017. Como ya hemos anunciado, en esta ocasión destacados psicoanalistas, psicoterapeutas y profesionistas de otras disciplinas nos ocuparemos de estudiar la sexualidad, uno de los ejes fundamentales del psicoanálisis. Aquellos interesados en explorar la complejidad y el dinamismo de los estados sexuales de la mente se verán beneficiados por la oportunidad de escuchar ponencias y comentarios de materiales clínicos en torno a una variedad de trastornos y síntomas relacionados con los conflictos sexuales, así como los aspectos maduros, creativos y profundos de la vida emocional de los seres humanos.

Uno de los temas de actualidad que nos interesa estudiar es el de la sexualidad femenina. El objetivo de esta nota es esclarecer cómo ocurren los procesos de subjetivación y cómo la construcción de la sexualidad se forma en una red de experiencias tempranas, fantasías, deseos, identificaciones e ideales colectivos. Una mirada compleja sobre lo femenino incluye todas estas áreas: la biológica, la psicológica y la sociocultural;  ver si se pueden integrar y ser consideradas dentro de una sesión psicoanalítica.

El Centro Eleia tiene como base epistemológica el principio de “complejidad” desarrollado por Edgar Morín, junto con la concepción de W. R. Bion sobre la verdad y la vida mental como un mundo de significados múltiples e infinitos. Estas ideas y las de otros autores fueron retomadas y ampliadas por los fundadores de Eleia, Celia Leiberman y Norberto Bleichmar, en su propuesta del cubismo teórico-clínico y de las interpretaciones complejas. Ambos piensan, inspirados en Meltzer, que el psicoanálisis es una práctica artística, en la que hay que estudiar teorías contradictorias y pensar en puntos de intersección, abandonando la idea de un pensamiento unitario, simple, ordenado y lineal. Siendo así, estudiaremos a Freud y los desarrollos posteriores, los autores clásicos, los modernos y los contemporáneos, para ofrecer una visión amplia de la sexualidad femenina. Lo que cada autor aporta no se puede generalizar a todas las mujeres, sino que es una aproximación para intentar comprender lo misterioso y enigmático de su sexualidad.

Freud nos advierte que lo femenino y lo masculino son categorías de contenido incierto. Propone un acercamiento al tema, señalando que aún queda mucho por explorar y pensar. Revisaremos con ejemplos de sesiones y sueños algunas de sus propuestas con relación a la feminidad, como algo opuesto a lo masculino y que no tiene identidad intrínseca. Piensa en la niña frustrada, con ansiedad de castración y envidia al pene; considera a la maternidad como una manera de resarcir dicha herida y como máxima expresión y resultado de su elaboración.

Expondremos los brillantes aportes de Melanie Klein y su utilidad para la clínica. Al igual que Ernest Jones, la autora piensa que la sexualidad femenina es primaria, no secundaria, ya que la mujer tiene conocimiento de su cuerpo desde muy pequeña. Aunque Freud advierte la importancia de la etapa preedípica, las teorías de Klein sobre el Edipo temprano dan pie para pensar que algo de la sexualidad está conectado con la madre en sus niveles más primarios; asimismo, nos habla acerca de las fantasías que tiene el niño sobre el interior del cuerpo materno, incluyendo los conceptos de agresividad y culpa que causan inhibiciones y detenciones en el desarrollo sexual, e introduce los conceptos del amor, la reparación, la gratitud y la integración como elementos indispensables para la evolución de la sexualidad genital.

Por otro lado, en estas Jornadas revisaremos las propuestas de varios analistas que retoman la importancia que da Klein a los contactos emocionales que no tienen símbolo lingüístico. Piera Aulagnier y Julia Kristeva proponen que antes del lenguaje hay algún tipo de vivencia pulsional, una experiencia emocional en la feminidad, que es anterior al código lingüístico. La madre impregna la sexualidad y el género en el contacto emocional que establece con su bebé. Es un campo afectivo que trasmite a través de la piel, de la voz, el ritmo y el tono que otorgan sentido a la vida humana, aunque no se pueda expresar por medio de palabras.

Exploraremos las diferentes variaciones y formas de la feminidad: la bondad, el erotismo, la receptividad, el amor, la pareja, la maternidad, los logros artísticos, científicos y profesionales de las mujeres. Del mismo modo, abordaremos las expresiones de la patología: ansiedades en el cuerpo, miedo a la penetración, dificultades en el orgasmo, infidelidad, el temor al embarazo y el placer a través del sufrimiento. Una situación frecuente en la consulta son aquellas mujeres que quedan enclaustradas en la familia, sin pareja, por intensas ansiedades de separación y por emociones provenientes del Edipo.

Reflexionaremos sobre el tema de género, que se ha difundido mucho en los últimos años. Comenzó fuera del campo del psicoanálisis, en las áreas sociales (antropología, política, entre otras) y médicas. John Money (1955) y Gayle Rubin (1975) definen la diferencia entre sexo y género, dicen que el sexo es dado por la anatomía y el género queda asociado a la construcción cultural, a los ideales colectivos. La construcción de identidad femenina y masculina se da por valores que se trasmiten desde la familia y la sociedad, en los roles identificatorios construidos desde la infancia e, incluso, antes del nacimiento. Los estudios de género tratan de contrarrestar la idea que hay algo inherente en ser mujer u hombre, determinado por cromosomas y hormonas, que constituye la esencia de lo femenino y lo masculino.

Dentro de los desarrollos actuales más destacados sobre la sexualidad femenina, encontramos los trabajos de Leticia Glocer: Lo femenino y el pensamiento complejo (2001) y Presentaciones cambiantes de la sexualidad (2010). La autora propone comprender la subjetividad femenina a partir de un esquema que incluye todos los campos: lo arcaico femenino maternal, el deseo, la elección de objeto, la importancia del género y los ideales de la feminidad.

Frente a los conflictos y debates actuales de la sexualidad, el psicoanálisis no pretende tener una postura moral, pero tampoco una escucha indiferente. Su campo de observación y acción es la sesión, en donde la vida mental de una persona debe ser comprendida a profundidad en la intimidad de la sesión. En las mesas clínicas tendrán la oportunidad de escuchar cómo cada analista comprende desde una perspectiva psicoanalítica distinta lo que ocurre al paciente y de qué manera propone sus interpretaciones apelando a las teorías más pertinentes de  acuerdo con lo que surja en el material y en el  vínculo transferencia-contratransferencia.

Reserva tu lugar para que nos acompañes en este evento el 2 y 3 de junio. Será una actualización de la sexualidad en todos sus aspectos.

Consulta más información de las Jornadas Clínicas Eleia 2017 

Comisión Organizadora de las Jornadas 2017:

Ana María Wiener

Jorge Salazar

Marta Puig

Patricia Bolaños

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