¿Qué es la psicología clínica?

A pesar de ser un área relativamente joven, en los últimos años la psicología clínica se ha ido transformado en un campo, tanto académico como laboral, de mucho auge. Las universidades reportan en sus solicitudes de ingreso una proporción de veinte a uno respecto a otras áreas de la Psicología, especialmente en programas de posgrado. Al mismo tiempo, el interés en esta área puede apreciarse en el número de miembros de la American Psychological Association (APA, Asociación Estadounidense de Psicología) que se dedican a ella (aproximadamente un 36%). Pero ¿a qué se debe este fenómeno? ¿Qué hacen los psicólogos clínicos que tanta gente busca obtener esta especialidad? ¿Qué es, en sí, la psicología clínica?

En la actualidad no existe una definición única y clara de psicología clínica. En general, se le identifica como una subdivisión o especialidad de una disciplina más amplia: la Psicología. Sin embargo, existe una serie de aspectos que prevalecen en todas las definiciones y que puede ofrecer un perfil claro de lo que es y de lo que hacen los especialistas de esta área. Al ser parte de la Psicología, la psicología clínica se centra en la investigación de la conducta humana e intenta aplicar los conocimientos extraídos de ella. No obstante, ni este objetivo, ni su carácter de ayuda son rasgos exclusivos de esta área, dado que existen diversos profesionales con los que comparten estos propósitos: psiquiatras, trabajadores sociales y consejeros, por nombrar algunos. Entonces, ¿cuál es su rasgo representativo?

La característica principal de esta rama de la Psicología es la actitud clínica o percepción clínica, es decir, la orientación exclusiva a cambiar los conocimientos generados por la investigación clínica. Dicho de otra forma, la psicología clínica está interesada en ayudar de forma individual, por medio del estudio de los principios y relaciones que se presentan en la vida, así como los problemas de cada paciente. Por lo tanto, es un área enfocada al nivel ideográfico.

Los profesionales de la asistencia ayudan, pero no investigan, y evalúan sistemáticamente las conductas equivocadas o las condiciones de cada caso. Por lo tanto, solo se dedican a dar un tratamiento o seguimiento. En cambio, el psicólogo clínico, a través de la observación y recopilación de información del paciente, plantea una estrategia para evaluar de la mejor manera la naturaleza del problema y así poder desarrollar un conjunto de técnicas para manejar los conflictos del paciente, siempre respetando su individualidad e intentando satisfacer sus necesidades. Los profesionales de la psicología clínica no solo buscan aprender sobre la conducta, sino también actuar frente a ella y sus efectos. De esta forma, combinan investigación, evaluación e intervención para entender en términos psicológicos la conducta humana y los conflictos internos, y así ofrecer una solución o un tipo de apoyo especializado, todo englobado en una sola disciplina.

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