Los distintos modos de relación entre enfermedades y emociones

Carolina Martínez Salgado

El enigmático vínculo psique-soma que caracteriza a lo humano

La pregunta sobre cómo se relacionan el cuerpo y la mente para dar lugar al fenómeno humano ha ocupado a muchos pensadores importantes a lo largo de la historia. De esa pregunta se derivan otras: ¿Cómo influyen las emociones sobre las enfermedades?, o, ¿qué resonancias emocionales nos ocasionan los malestares que padecemos? Desde su nacimiento, el psicoanálisis ha participado en forma muy destacada en esta reflexión y ha ofrecido valiosos planteamientos en torno a tales cuestionamientos (Freud, 1896 y 1906; Taylor, 1987; Aisenstein y Smadja, 2001). En las siguientes páginas voy a referirme a algunas de las ideas generadas desde esta perspectiva, vigentes hoy en día.

Comenzaré con una breve descripción de tres diferentes tipos de relación que pueden producirse entre las enfermedades y la vida emocional de quienes las padecen. Posteriormente, me concentraré exclusivamente en una de estas tres modalidades: la que suele designarse con el término de enfermedad psicosomática. Presentaré, en forma muy sintética, algunas de las formulaciones que ofrece el psicoanálisis contemporáneo a propósito de esta y, finalmente, puntualizaré algunas de las recomendaciones formuladas a partir de la manera como se desarrolla el tratamiento psicoanalítico con aquellas personas que sufren este tipo de problemática. A lo largo de la exposición incluiré un par de ejemplos clínicos tomados de material ya publicado para facilitar la comprensión de algunas de estas ideas.

Cuando se presenta una enfermedad, ¿estamos exclusivamente ante una disfunción del organismo o hay también algo mental que se pone de manifiesto?, ¿es la falla orgánica lo determinante? o, ¿qué papel juega lo que ocurre en la vida emocional? El complejo entramado entre psique y soma que caracteriza a lo humano impide trazar líneas divisorias tajantes entre una y otra de ambas dimensiones. Pero de acuerdo con pensadores como Edgar Morin (Cyrulnik y Morin, 2005), uno de los autores más reconocidos entre quienes sustentan la propuesta del pensamiento complejo, una manera más fructífera de plantear este tipo de preguntas sería tal vez mediante conjunciones, para tratar de entender las modalidades de articulación que pueden darse entre una y otra dimensión (“esto y también lo otro”) en lugar del empleo de disyunciones, con las que los términos se excluyen entre sí (“esto o lo otro”).

Así, podríamos seguir a algunos autores que, al abordar el tema de la enfermedad psicosomática desde la perspectiva psicoanalítica, han distinguido entre tres tipos de situaciones (Smadja, 2002; Taylor, 2003; Fischbein, 2011), con la intención de afinar la comprensión de las relaciones que se dan entre las enfermedades y la vida emocional. Esto resulta valioso para orientarnos en el vasto territorio de los postulados teóricos que intentan dar cuenta de esta relación, que a su vez da sentido a las hipótesis sobre lo que se observa en la clínica y direcciona también algunas decisiones técnicas sobre el manejo psicoterapéutico.

El primero de estos modos es el que se refiere a lo que ocurre con las emociones ante las enfermedades que, a falta de un mejor nombre, voy a denominar habituales, aquellas de las cuales suele ocuparse, en nuestra época, la medicina; el segundo modo es aquel en donde los síntomas que se manifiestan en el cuerpo se producen como resultado de conflictos emocionales presentes en la mente y el tercer modo, que corresponde a lo que se conoce como somatizaciones o enfermedades psicosomáticas, en las cuales la relación entre emociones y enfermedades no se comporta como en los dos anteriores, sino que parecen ser el resultado, entre otras cosas, de un intento fallido por separar, por desarticular la unidad psique-soma que caracteriza a lo humano. Ahora expondré algunas consideraciones más sobre cada una de estas situaciones.

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Consulta la conferencia completa en el siguiente enlace: CMtz – Relación enfermedades y emociones (completa)

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