La psicología de una misión a Marte

Aunque Marte se encuentra a unos 56 millones de kilómetros de distancia de nuestro planeta, NASA y otras agencias espaciales han decidido enviar astronautas al planeta rojo para el año 2030.

Por ahora, una de las preguntas que más intriga a los científicos que trabajan en dicha misión es: ¿qué factores fisiológicos, psicológicos y sociales enfrentarán los astronautas durante el viaje que durará alrededor de dos años y medio?

El Dr. Thomas Williams, psicólogo y científico principal del Departamento de factores humanos y rendimiento conductual del Centro Espacial de la NASA en Houston, Texas explica:

“nos preocupan los riesgos conocidos que la salud y el rendimiento conductual representarían para una misión a Marte, pero tenemos a los mejores investigadores trabajando para responder a esas preguntas.» Y agrega que “ninguno de esos riesgos es imposible de superar”.

Lejos de casa

Desde 1971, astronautas y cosmonautas han vivido semanas y meses enteros en estaciones espaciales que orbitan la Tierra; sin embargo, existe una gran diferencia entre vivir en una estación espacial y hacer un viaje interplanetario. Después de todo, la distancia entre la Tierra y Marte es extrema y tendrá consecuencias psicológicas para los viajeros. En la actualidad, los astronautas permanecen no más de seis meses en la Estación Espacial Internacional (EEI). Así que un viaje espacial de varios años donde deben permanecer recluidos en cuartos pequeños compartidos con otras tres o cuatro personas es algo que jamás se ha visto en la historia de los viajes espaciales. Además, hay que considerar que la tripulación será multicultural, por lo que tendrán que aprender no sólo a convivir, sino a superar las diferencias culturales.

Tierra llamando a Marte

Otra preocupación es la comunicación. Durante el viaje, las llamadas a la Tierra tendrán un retraso de 40 minutos, lo cual limitará las pláticas entre los astronautas y sus contactos en Tierra, incluidos sus familiares. Esta situación podría producir problemas psicológicos como soledad, ansiedad y depresión. Asimismo, los tripulantes tendrán que resolver las emergencias por sí solos, pues en esos casos no contarán con el apoyo inmediato del personal de la NASA en tierra. Una última consideración es la experiencia de estar tan lejos de la Tierra. Muchos astronautas en la EEI han reportado que observar la Tierra y fotografiarla es uno de sus pasatiempos favoritos; les ayuda a reducir el estrés e incluso les ha inspirado experiencias espirituales o trascendentales. Pero el Dr. Nick Kansas, profesor emérito de Psiquiatría de la Universidad de California, San Francisco, afirma que “nadie conoce el efecto que tendrá ver la Tierra como un pequeño punto en el cielo. Tal vez no tenga ningún efecto, pero quizá sí lo tenga”, concluye.

La cuestión de la gravedad

Los retos físicos de vivir en el espacio también pueden impactar el bienestar psicológico. En específico, los científicos de la NASA se preguntan cuál será el efecto que la radiación espacial tendrá en el ADN, células y tejidos humanos. Se sabe que esta radiación puede afectar el sistema nervioso central y alterar la estructura y funcionamiento del cerebro. Experimentos con ratones encontraron que la exposición crónica a la radiación ocasiona cambios conductuales como mayor ansiedad, déficit de memoria y déficit en la función ejecutiva. La falta de gravedad también podría ser peligrosa: flotar ingrávido puede traer problemas como náuseas, atrofia muscular y cambios en la percepción visual. Estos cambios físicos podrían convertirse en efectos para el bienestar psicológico. Por ejemplo, hacer ejercicio con regularidad es difícil cuando los pies no tocan el suelo, y sabemos que la actividad física promueve la salud mental.

Salud mental en Marte

En Rusia y en Hawai se han realizado algunos experimentos para observar el comportamiento de los humanos en un ambiente que simula el viaje y la vida en Marte. En ellos se observó que algunos miembros de la tripulación experimentaron síntomas de depresión, ciclos de sueño anormales, insomnio y cansancio físico durante los 500 días de confinamiento; además, dichos síntomas ocasionaron conflictos con otros tripulantes.

NASA sabe muy bien que un astronauta estresado podría poner en riesgo a toda la misión.

Algunos de estos problemas podrían solucionarse por medio de la optimización de luz dentro de la nave espacial para que imite con precisión el ciclo de 24 horas y el espectro de rayos UV de la luz solar en la Tierra. No obstante, no se trata solo de mejorar la iluminación, existen otros elementos como el estrés o factores operacionales relacionados con los horarios de trabajo de la tripulación que aún no se comprenden por completo. 

Habilidades de afrontamiento

Por ahora, NASA busca indicadores biológicos que den pistas sobre la resiliencia emocional, social y cognitiva de un individuo.

El Dr. David Dinges, psicólogo de la Universidad de Pennsylvania que ha estudiado a los astronautas en la EEI, explica que existen diferencias sustanciales individuales en la forma en que las personas afrontan los distintos estresores: “aunque no entendemos qué son y, aún más importante, no sabemos cómo identificar con antelación la manera en que una persona afrontará una situación y cómo ayudarla a hacerlo”. Independientemente de lo que las investigaciones sobre afrontamiento y biomarcadores encuentren, NASA no tiene pensado utilizar los resultados para reclutar candidatos más resistentes.

La idea es crear medicamentos y estrategias de comportamiento que aumenten la resiliencia de la tripulación y les ayuden a resolver problemas y conflictos durante el viaje. A pesar de que un viaje a Marte conllevaría estresores muy específicos, los científicos de NASA no dudan en recordarnos que esta misión será también un momento de mucha emoción para los astronautas involucrados.

Para aquellos que han soñado con explorar la siguiente frontera, es probable que los beneficios de ser las primeras personas en Marte superaren los posibles riesgos que enfrentarán durante el largo viaje a tierras marcianas.

Resumen y traducción por Natalia Equihua

Artículo original: “Mission to Mars” escrito por Kristen Weir para la revista Monitor on Psychology

Imagen: By ESO/M. Kornmesser (Artist’s impression of Mars four billion years ago) [CC BY 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0)], via Wikimedia Commons

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