Estudia psicología mientras adquieres experiencia profesional

Por Nadezda Berjón

Al estudiar la carrera de psicología, un mundo complejo y estimulante se abre ante la vista del estudiante. Se abordan materias clínicas sobre cómo se construye la personalidad, cuál es el proceso del desarrollo humano, las bases biológicas de nuestra conducta, la neurología y los procesos de pensamiento, la historia de la psicología y muchos otros temas que son de interés para aquél que quiere entender la mente humana.

Mientras se lleva a cabo el trabajo en clase, el alumno necesita constatar por su propia cuenta cómo se observan y aplican los fenómenos estudiados. Además, requiere fomentar la confianza en sí mismo como sujeto observador y partícipe, así como posible agente de cambio en los diferentes medios en los que el psicólogo labora. Necesita familiarizarse poco a poco con el amplio mundo de la psicología, no sólo desde la lectura sino desde el contacto personal con su objeto de estudio.

Por esta razón, Centro Eleia se da a la tarea de brindar a sus alumnos prácticas múltiples en cada semestre, que acompañan el desarrollo y crecimiento de cada uno. Con este objetivo, establece lazos de cooperación con instancias de gran seriedad y nivel, tales como el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, el Instituto Nacional de Perinatología, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, el Instituto Nacional de Pediatría, el Hospital Español, el Hospital Infantil Privado y el Hospital Médica Sur, además de empresas nacionales y transnacionales.

Personalmente, quisiera compartir mi experiencia como estudiante y como docente en este aspecto:

Pertenezco a la segunda generación de la licenciatura en psicología de Centro Eleia. Aún recuerdo la primera práctica llevada a cabo. Nuestro grupo estudiaba Teoría del Desarrollo, la profesora Alma Toledo nos enseñaba los logros y funciones de niños menores de cinco años. Nos presentó algunas pruebas para evaluar áreas como lo cognitivo, el lenguaje, la motricidad fina y gruesa y las habilidades sociales. Dentro de una guardería, observamos al grupo de pequeños en sus diferentes actividades con el fin de detectar a aquellos que pudieran beneficiarse con nuestra práctica. Cada uno de nosotros acordó entrevistar a los padres de algunos niños, así que la profesora nos mostró cómo llevar a cabo la entrevista para registrar aspectos de la historia del infante.

Durante algunos meses trabajamos con el menor, estimulando áreas que se identificaron como aún inmaduras o interviniendo del modo que fuera pertinente. Ese semestre tuvimos la oportunidad de estar en contacto con pequeños cuyos padres estaban en proceso de divorcio, niños cuyos abuelos se hacían cargo de la crianza —puesto que la madre estaba ausente—, algunos casos de maltrato, ansiedades de separación y celos entre hermanos. Nosotros aprendimos sobre estimulación temprana e intervenciones breves con los padres, de tal forma que ambas partes nos beneficiamos.

Otra de las prácticas que recuerdo con afecto es la llevada a cabo en la casa de varones de San Jerónimo, en la que atendimos a menores en edad escolar, dando apoyo emocional y educativo. En algunos casos, los padres habían fallecido, como era la situación de un menor de aproximadamente 10 años cuyos padres y hermanos se accidentaron en carretera. El niño presentaba depresión y se trabajó acompañándolo en el duelo, estableciendo una relación terapéutica bajo la supervisión de la Dra. Gabriela Cardós. Otro niño había huido de casa porque la pareja de la madre lo violentaba, así que se ayudó en la reunión del pequeño con ella.

Como docente, durante varios años dirigí una práctica en una fundación que asiste a adolescentes en conflicto con la ley. Dentro de dicho lugar, los alumnos tuvieron oportunidad de llevar a cabo entrevistas con los jóvenes y sus familiares, impartir talleres sobre el cuidado de la salud mental y física, así como aplicar pruebas para evaluar las habilidades cognitivas y definir programas de atención específicos para algunos de ellos. En este caso, bajo mi supervisión, se llevaron a cabo intervenciones de psicoterapia breve dirigida a enfatizar y acentuar las oportunidades y estilos de vida que mantuvieran a los jóvenes a salvo de cometer nuevos actos que pudieran limitar su libertad.

En el Plantel Norte, acompañé a los alumnos de semestres avanzados en la entrevista e intervención con pacientes que solicitaban terapia. En este caso, el objetivo era elaborar un diagnóstico clínico y definir si la atención de la clínica de Centro Eleia era lo pertinente para dicha persona o si debía canalizarse a otro tipo de servicio, como es el psiquiátrico. A lo largo de dicho semestre se atendieron diversos casos, a través de los cuales los alumnos lograron desarrollar habilidades profesionales y confianza en sí mismos. Esto con vistas a proveer una base firme que los ayudase al momento de graduarse.

Todo esto reafirma la importancia del vínculo entre la teoría y la práctica en la capacidad de pensar y actuar acorde a la carrera. El psicólogo requiere una buena y amplia formación tanto dentro como fuera del aula y Centro Eleia cuida a detalle cada punto del crecimiento de sus alumnos.

Te invitamos a conocer el programa académico que ofrece la Licenciatura en Psicología de Centro Eleia.

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