Diplomado «Sobre la adolescencia»

Por Dra. Bárbara Sánchez-Armass

Todas las personas tenemos un lazo especial con el período adolescente de nuestra vida. Lo podemos rememorar con cariño, nostalgia, cierta idealización, hostilidad o confusión, entre otras emociones. Sean cuales fueren los sentimientos que prevalezcan, las experiencias de esa etapa de la vida nunca pasan desapercibidas, Ya sea, en nuestros sentimientos o nuestro recuerdo.

La adolescencia constituye un momento crucial en la vida de todo individuo; cambia la cosmovisión del niño, se experimenta un cuerpo nuevo y sexuado, los padres dejan de ser héroes y producen desilusión en el adolescente o hasta pueden ser sentidos como intrusos, las palabras no alcanzan para llenar de sentido las emociones, la identidad está en pleno proceso de elaboración.

La comprensión psicoanalítica de la adolescencia es dinámica y compleja, pues adquiere significado desde distintos niveles. Por ejemplo, dentro de las fases del desarrollo puede ser considerada una transición entre lo infantil y lo adulto, también como un momento esencial para la construcción de la identidad.  Se la puede entender, simultáneamente, como un proceso de duelo, a la vez que una reactivación de la vida sexual infantil. Incluye una nueva forma de pensamiento y de relaciones sociales. Algunos autores la describen como un estado mental. Pensamos que puede contemplarse como todas estas situaciones a la vez. Estas ideas fueron desarrolladas en distintos momentos de la historia del psicoanálisis. Todas ellas nos dieron instrumentos para comprender mejor al adolescente, ya sea en su vida personal o familiar, cuando pasa gran parte de su vida en la escuela, con su grupo de amigos o tratando de encontrarse a sí mismo. También al que atendemos en un proceso terapéutico. Las distintas teorías que entienden esta problemática desde diferentes perspectivas  nos brindan una comprensión más compleja, tanto del adolescente normal como del que presenta alguna patología, así como de los adultos en quienes persisten problemáticas y/o estructuras adolescentes.

El  adolescente requiere de un tiempo para poder experimentar nuevas situaciones que se puedan elaborar poco a poco, adquiriendo una gama diferente de vivencias emocionales. No es una tarea fácil, pues los adolescentes necesitan realizar un trabajo psíquico que requiere tanto de sí mismo como de quienes lo rodean, tolerancia, apoyo, libertad, frustración, paciencia y confianza, entre otras cualidades. En algunos momentos, sienten que logran avances y en otros, que sufren retrocesos. Durante este trayecto se pueden presentar una serie de dificultades, algunas pasajeras y otras, que se vuelven permanentes, marcando desarrollo de diversas patologías.  Los adolescentes que tienen mayores dificultades para enfrentar los conflictos mentales suelen utilizar mecanismos que pueden obstaculizar el establecimiento de su identidad. Por ejemplo, la conducta desafiante de algunos adolescentes es transitoria y les permite ejercitar mejor ciertas experiencias nuevas en el tránsito hacia la vida adulta. Por eso, es importante conocer cómo funciona la mente del adolescente en pleno proceso de cambio. Muchas veces podemos observar una serie de conductas que parecen alarmantes, pero que en realidad no lo son, porque están reflejando una mente activa dentro de un proceso de elaboración. Cuando tenemos oportunidad de observar un adolescente tranquilo, responsable y obediente es cuando más deberíamos preocuparnos, pues la adolescencia está inmersa en un contexto de cambio, crisis, transformación y reconsideración del mundo tanto externo como interno, o sea dentro de su propia mente.

Sin embargo, debe haber un momento en el que el adolescente pueda reubicar su sistema familiar con mayor armonía, es decir, no ponerse por encima de los padres, pero tampoco prolongar su actitud infantil, no sentirse autosuficiente y, a la vez, saber que puede depender internamente de las figuras bondadosas de sus padres protectores; jerarquizar sus propios valores, al mismo tiempo que  reconocer y asimilar los de otros. Crecer no significa dejar atrás sino llevar dentro, tampoco tiene que ver con adquirir poder ni superioridad sobre los otros, sino saber establecer relaciones auténticas, íntimas y en las que prevalezca el intercambio emocional.

En el Centro Eleia hemos creado un diplomado con la finalidad de estudiar y dialogar sobre estos temas, con base en distintas corrientes de pensamiento psicológico y psicoanalítico, clásico y contemporáneo. Brindaremos muchos ejemplos clínicos que provienen de nuestra experiencia clínica, haremos vínculos cercanos entre dichos comentarios y las diversas teorías que tratan de explicar los fenómenos observables en el proceso adolescente, así como los conceptos técnicos con los que trabajábamos en el consultorio.

Nuestro abordaje incluye la mente del adolescente y el significado de sus relaciones con su familia, amigos, maestros y consigo mismo. Queremos llevar la experiencia clínica a los diversos ámbitos en los que vive y se desarrolla el adolescente.

Este diplomado está dirigido a psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas, terapeutas de otras corrientes, médicos, maestros de jóvenes en edad adolescente, sociólogos, líderes de grupos juveniles, padres de familia y todas aquellas personas interesadas en comprender con la mayor profundidad posible el proceso de la adolescencia.

Conoce más del diplomado aquí: https://www.centroeleia.edu.mx/diplomado-sobre-la-adolescencia

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