Convertimos problemas cotidianos en trastornos mentales

Numerosos investigadores y escritores han cuestionado las clasificaciones nosológicas empleadas en la psiquiatría. Algunos argumentan que éstas etiquetan a las personas como si se tratara de objetos y olvidan su individualidad y subjetividad; otros consideran que responden a intereses comerciales, principalmente relacionados con la industria farmacéutica.

Como en muchos debates, posicionarse en uno u otro extremo puede provocar la pérdida de ciertos puntos de referencia. Las clasificaciones psiquiátricas en muchos casos han sido indispensables para la detección, diagnóstico y tratamiento farmacológico de afecciones que podrían poner en riesgo la vida. De igual manera, han permitido que especialistas de distintas áreas empleen un lenguaje común. Así, un psicoterapeuta, un psicólogo o un psiquiatra puede saber que la depresión hace referencia a un trastorno caracterizado por la apatía, la anhedonia y la abulia.

Tras encabezar la publicación del Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM), en el que se definen y describen las diferentes patologías mentales, el psiquiatra norteamericano Allen Frances realizó una dura autocrítica que cuestiona el papel de la psiquiatría en lo que considera la “medicalización de la vida”:

“Los fármacos son necesarios y muy útiles en trastornos mentales severos y persistentes que provocan una gran discapacidad. Pero no ayudan en los problemas cotidianos, más bien al contrario: el exceso de medicación causa más daños que beneficios. No existe el tratamiento mágico contra el malestar […] Si vivimos inmersos en una cultura que echa mano de las pastillas ante cualquier problema, se reducirá nuestra capacidad de afrontar el estrés y también la seguridad en nosotros mismos. Si este comportamiento se generaliza, la sociedad entera se debilitará frente a la adversidad. Además, cuando tratamos un proceso banal como si fuera una enfermedad, disminuimos la dignidad de quienes verdaderamente la sufren”.

En el siguiente enlace podrás leer estas y otras ideas que Frances compartió en entrevista para El País:  https://bit.ly/2t00hX1.

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